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Machismo

Las vejaciones de Quereda, ex seleccionador de fútbol femenino: “A ti te hace falta un buen macho”

El libro “No las llames chicas, llámalas futbolistas” saca a la luz las humillaciones del técnico Ignacio Quereda que ya fueron denunciadas en 1996 y tras el Mundial de Canadá.

Ignacio Quereda, junto a las jugadoras Marta Corredera y Sandra Panos
Ignacio Quereda, junto a las jugadoras Marta Corredera y Sandra Panoslarazon

La periodista Danae Boronat destapa en su libro ‘No las llames chicas, llámalas futbolistas’ las presuntas vejaciones que sufrieron las futbolistas de la selección española por parte de Ignacio Quereda, quien fuera seleccionador durante 27 años, de 1988 a 2015, cuando fue relevado de su cargo por Jorge Vilda.

En este libro, con el que se intenta explicar que significa ser mujer y futbolista en 2021 se recogen graves expresiones con las que fueron humilladas muchas futbolistas. “Esta lo que necesita es que le metan una guindilla por el culo”, “A ti lo que te hace falta es un buen macho”, “Me pellizcaba el culo y me decía: ‘¿Tú sabes cómo fecundan los gallos a las gallinas?” son solo algunos de los ejemplos de la vergonzante actitud de ex seleccionador que publica el diario El Mundo.

Este libro, que supone un alegato por el reconocimiento del fútbol femenino, cuenta además con los testimonios de Jenni Hermoso, Vicky Losada, Irene Paredes, Alexia Putellas, Vero Boquete, Aitana Bonmatí, Nahikari García o Marta Corredera.

Una bomba que estalló en 2015

Sin embargo, esta situación viene de lejos y la Federación tenía conocimiento de ello desde 1996, casi 20 años antes de que dejara su puesto.

En 2015, lo que permanecía oculto saltó por los aires tras la eliminación de la selección femenina en el Mundial de Canadá. Caer ante Corea reabría una herida arrastrada durante años y el descontento de la plantilla con Ignacio Quereda se hacía patente tras las denuncias de varias jugadoras.

La primera muestra de ese distanciamiento fue en modo de comunicado en el que las jugadoras subrayaban que «la preparación del Mundial no había sido la correcta, los amistosos inexistentes, la aclimatación escasa, el análisis de los rivales y la forma de preparar los partidos insuficientes», y un largo etcétera de motivos por los que la confianza en Quereda era nula.

Pero las críticas no se quedaron ahí y muchas jugadoras decidieron a sacar a la luz lo que realmente pasaba. «Nos trata como niñas, no como a profesionales, que es lo que somos. Sus charlas y discursos siempre llevan la coletilla de chavalitas, algo que sabe que no nos gusta pero que sigue haciendo. Ya no se trata de fútbol sino de educación y respeto» declaraba en 2015 Vicky Losada al diario Marca.

La ya ex internacional Amaia Medióroz también declaró tras las denuncias de las futbolistasque Quereda les hacía gestos despectivos como «a ver quién hace de mujer y me pone el café». La futbolista también aseguró que había visto algunas jugadoras abandonar la selección porque estaban hartas de que las llamase «gorditas».

Finalmente, el 30 de julio de 2015, sin dar la cara ni explicar los motivos de su dimisión, Ignacio Quereda dejaba su puesto. Un comunicado, de menos de 10 líneas líneas, publicado en la página web de la Federación Española de Fútbol fue suficiente para decir adiós a sus 27 años en el cargo.

Una situación ya denunciada en 1996

Se ponía fin así a unas actitudes machistas que habían sido ocultadas por la Federación durante casi 20 años. Tras la salida del técnico, Roser Serra, que fue portera del equipo nacional relataba en los medios que durante la Eurocopa de 1997el ya ex seleccionador las maltrataba psicológicamente. “Nosotras intentamos ya echarlo, pero no teníamos las nuevas tecnologías que hay ahora”, afirmaba.

Y es que las jugadoras escribieron una carta durante una concentración en Suecia en la que acusaban a Quereda de “menospreciar el fútbol femenino en general por ser un desconocedor de esta parcela” y de mantener una actitud “machista y prepotente” y solicitaban a la Federación su cese. A pesar de que la carta llegó a manos de Ángel María Villar no se hizo nada al respecto.

Ahora, seis años después de su salida, este libro vuelve a poner de manifiesto comportamientos que no deben volver a producirse en un deporte que con mucho esfuerzo logra abrirse camino en un mundo hasta ahora reservado a los hombres.