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Guardiola y su objeto de deseo

El técnico y su Manchester City defienden el exiguo 2-1 de la ida en la guarida de Haaland, el monstruoso delantero del Borussia con el que quiere reforzarse en verano

Erling Haaland será la gran amenaza para el City en el Signal Iduna Park
Erling Haaland será la gran amenaza para el City en el Signal Iduna ParkFRIEDEMANN VOGELEFE

Desde su salida del Barcelona, a pesar de liderar dos proyectos riquísimos en pedigrí y dinero, Pep Guardiola vive una pesadilla en la Champions. Los tres grandes de España fueron sus sucesivos verdugos durante su trienio muniqués, cuando agarró a un Bayern campeón de Europa que reincidió en el título al poco de marcharse, una vez desinfectado el virus de ese fútbol narcisista y amanerado tan poco idóneo para el carácter alemán. En el «emiratí» Manchester City, y a despecho de una inversión astronómica cada verano, la cosa ha empeorado: cuatro caídas en cuartos de final a manos de tres rivales de segunda fila –Mónaco, Tottenham y Lyon– y del Liverpool, un vecino aristocrático, pero decididamente más pobre.

Al quinto intento, a la vista del sorteo amable que le deparó al actual sexto clasificado de la Bundesliga, el Borussia Dortmund, parecía que el City de Guardiola y de sus 955 millones de euros en fichajes tenía al fin el camino expedito a la semifinal. Pero en la ida, ay, tuvo que intervenir decisivamente el árbitro rumano Ovidiu Hategan para que los «citizens» lograsen el exiguo 2-1 que hoy deberán defender en el Signal Iduna Park, donde espera Erling Haaland, el delantero llamado a –primero– enloquecer este verano el mercado y –después– a romper todos los registros goleadores del fútbol continental.

Lo cierto es que la historia del ariete nórdico con el Manchester City viene de lejos, desde el momento mismo de su nacimiento. El pequeño Erling vino al mundo en Leeds el 21 de julio de 2000 y 29 días después, el 19 de agosto, Alf-Inge Haaland, defensor internacional noruego y padre de la criatura, debutaba de forma oficial con la camiseta «skyblue» en el campo del Charlton Athletic. Tres temporadas estuvo Haaland sénior en el club, hasta su retirada en 2003, antes de que el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos lo convirtiesen en un club-estado y lo regasen con millones de petrodólares. Naturalmente, para la familia del futbolista y para el «superagente» Mino Raiola, el Etihad Stadium es una de las salidas naturales en caso de plantearse su salida del Borussia. Con el Kun Agüero fuera de los planes de Guardiola para la próxima campaña, Erling Haaland está entre los nombres que llenarían el vacío que dejará el argentino.

Antes, sin embargo, el coloso rubio quiere dejar su impronta en la Liga de Campeones, un torneo en el que sus números individuales son apabullantes, pero en el que el Borussia no termina de brillar. La estadística previa a esta vuelta de los cuartos presenta una anomalía: Haaland, que lleva dos años promediando más de un gol por partido, mantiene abierta una serie de seis encuentros sin ver puerta, tres con Noruega y otros tres con su club. Esta noche se le presenta la ocasión ideal para despertar.

El conjunto alemán asegura que los veteranos Hummels y Reus son duda por diversos problemas físicos, pero es muy improbable que se ausenten de un encuentro que sí se perderá Jaydon Sancho, el socio predilecto de Haaland.

En el City, la noticia no está en la convocatoria sin novedades de Guardiola, sino en la confirmación de un nuevo fichaje, el del brasileño Kayky, del Fluminense, apodado en su país «el nuevo Neymar», un chaval de 18 años por el que han pagado quince millones de euros. Otra inversión más antes de un nuevo asalto a las semifinales de la Champions.