Suiza-España. El mal recuerdo de Durban

El 16 de junio de 2010 España vio torcerse el sueño de ser campeona del mundo. Un gol de Gelson Fernandes daba la victoria a Suiza en el estreno de la Roja en el Mundial de Sudáfrica. La favorita tropezaba a la primera y se veía obligada a hacer historia. Nunca una selección que hubiera debutado con derrota había ganado el Mundial. Y todo parecía desvanecerse. «Nadie se esperaba este resultado. Por el juego no se podía esperar que perdiéramos este partido. El vestuario está fastidiado», reconocía Casillas después de la derrota.

Luis Aragonés ya no estaba en el banquillo y aquel era el primer partido de Vicente del Bosque como seleccionador. El ex entrenador del Real Madrid había cambiado el sistema para protegerse en el centro del campo con dos mediocentros: Xabi Alonso y Sergio Busquets, uno de los más criticados después del partido.

Pero ni la actuación de Busquets había sido tan mala ni España había renunciado a nada. Vicente del Bosque, mediocentro como él, aseguro que si volviera a ser futbolista le gustaría ser Busquets y continuó con la idea de los dos centrocampistas hasta que España fue campeona del mundo.

«Estoy preocupado, pero nuestro estilo de juego es innegociable», reconocía Del Bosque después de aquel partido. «Si jugamos así, vamos a ser campeones del mundo», dijo Álvaro Arbeloa a sus compañeros. Aquel fue uno de los mejores partidos de España en el torneo. Probablemente sólo jugó mejor en la semifinal contra Alemania.

«Busi» es el único superviviente de aquel equipo español. El joven discutido y debutante en una fase final es ahora el capitán de la selección, el hombre al que todo el mundo esperaba para que todo estuviera en orden. La referencia en el campo y en el vestuario. En aquel Mundial era uno de los nuevos junto a Piqué, pero estaba rodeado de futbolistas que llegaban de ser campeones de Europa dos años antes. Ahora es uno de los pocos veteranos, el único junto a Jordi Alba que ha ganado títulos con la selección.

En Suiza sólo se mantiene Shaqiri, que entonces era un joven de 18 años y no jugó ni un minuto en aquel partido de apertura del Mundial para las dos selecciones. Ahora es uno de los veteranos, ha participado en los cuatro partidos que ha jugado su selección y ha marcado dos goles.

Aquel partido marcó todo el torneo para España. La fase de grupos permite la posibilidad de cometer algún error, pero España los había agotado a la primera. A partir de ahí todo fueron finales para la Roja, que respiró aliviada después de derrotar a Chile en el último partido de la primera fase.