Golf
Jon Rahm cede su corona; Fitzpatrick, campeón del US Open
En un mal último día y pese a llegar a un golpe de la cabeza, el español nunca tuvo opciones de retener el título. Acabó duocécimo
Jon Rahm podía haber empezado la última jornada del US Open en cabeza, pero un doble bogey en el último hoyo el sábado, con un error grave al intentar sacar la bola del búnker, se lo impidió. Estaba «irritado» por esa situación concreta, pero también «contento» porque afrontaba el día decisivo con opciones. Pero pronto empezó a ver demasiado lejos la posibilidad de retener la corona que ganó en 2021, en lo que supuso el primer y, hasta ahora, único «Major» que figura en una carrera a la que le queda mucho, mucho por recorrer. En la mayoría de ocasiones los gestos delatan lo que se siente en el campo, y cuando el español se golpeó con el palo e hizo como si lo rompiera con el muslo, de pura impotencia, al ver que la bola no le obedecía, que no iba dónde y como él quería, esta vez sin el problema añadido del viento que azotó en el infernal sábado, estaba claro que no iba a ser el día. Los brazos arriba, las rodillas agachadas cuando la bola pasaba silbando al lado del hoyo, las manos en los bolsillos... Así se movió el de Barrika, nada de sacar el puño o poner esa cara que muestra cuando está enchufado.
The Country Club tiene trampas por todos lados y a veces parece tener vida propia y jugar con la desesperación de los golfistas. Les devora. Por muy bien que uno esté, en cualquier momento llega el error claro y eso se puede arrastrar durante varios hoyos. Jon Rahm había sido estable en las tres primeras jornadas, más peleón que preciso, y estuvo especialmente inspirado en la tercera justo antes del doble bogey final. Pero en ningún momento estuvo en la pelea en la jornada definitiva. Hizo la peor vuelta de las cuatro que ha dado en Boston, con 74 golpes, cuatro por encima del par. Fue pasando de la desesperación a la aceptación. Necesitaba pronto un birdie para ponerse en los puestos de arriba, pero no consiguió generarse posibilidades. En el hoyo 11 llegó la primera, y era lejana, a expensas de un golpe de genialidad. En ese momento ya había acumulado tres bogeys en el 5, el 8, doloroso porque es un par cinco; y el 10. Ahí sacó la magia con un putt fantástico que le colocaba a cuatro golpes de los líderes, pero apenas lo celebró. Estaba serio. Alzó la mano para agradecer el apoyo del público y poco más.
Ese birdie podía ser el comienzo de algo, pero al hoyo siguiente el español volvió a hacer un birdie. Otro paso atrás. El bravo jugador vasco esta vez no pudo sacar las uñas, y se quedó fuera del «top 10» (duodécimo con +1). La temporada pasada, entre los diez primeros en todos los «Majors», con el triunfo en el US Open, por eso logró ser el número uno del mundo. Esta no lo ha logrado en ninguno. Es que el golf es un deporte muy difícil.
El campo talismán del campeón
Rahm cedió el US Open al inglés Matthew Fitzpatrick, de la quinta de Rahm, del 94, de 27 años, que tuvo una fantástica pelea con el estadounidense Will Zalatoris, con Scott Scheffler, que iba un hoyo por delante, también siempre al acecho.
Fitzpatrick estaba dos golpes por debajo tras la primera mitad del último recorrido, pero fue el más estable de todos y fue recortando. En el hoyo 13 ya iban empate. Se mantuvo en el 14 y después tomó ventaja en el 15 con un birdie, por el bogey de Zalatoris. Sacó un golpe desde la hierba alta y quemada fantástico antes del putt de media distancia. El estadounidense todavía plantó batalla y recortó un impacto en el 16 con una salida extraordinaria. Quedaban dos hoyos, y había un golpe de ventaja y Zalatoris tuvo la posibilidad de volver al equilibrio en el 17, pero su bola se quedó a unos dedos del birdie. En el 18 de nuevo hubo problemas para el líder: sacó una bola espectacular del búnker (posiblemente el golpe más importante del torneo) para lograr el par. Zalatoris tuvo un putt para forzar el desempate, pero la bola se paseó cerca del agujero y se pasó de largo. Fitzpatrick es el campeón en un campo talismán, pues ha ganado su primer «Grande» en el mismo campo en el que en 2013 ganó el US Amateur. Lo celebró por todo lo alto.
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