Automovilismo

Aquella vieja sensación

Álvaro Bautista rompe casi diez años de sequía al ganar en su estreno en Superbikes. Fue campeón de 125cc en 2006 y ahora busca serlo otra vez

Bautista sonríe en el podio del circuito de Phillip Island / Efe
Bautista sonríe en el podio del circuito de Phillip Island / Efelarazon

Álvaro Bautista rompe casi diez años de sequía al ganar en su estreno en Superbikes. Fue campeón de 125cc en 2006 y ahora busca serlo otra vez.

Álvaro Bautista se quedó sin sitio en MotoGP, pero no lo vio como una derrota. Todo lo contrario. Su destino lógico e inevitable era el Mundial de Superbikes, una especie de Liga Europa en comparación con la Champions, utilizando el ejemplo futbolero. Es un campeonato más secundario, aunque para algunos puristas sea más verdadero porque son motos derivadas de serie. Para Bautista no ha sido un paso atrás y sí una forma de volver a sentirse competitivo.

Le apetecía el cambio por más que no haya sido algo buscado. El mercado de pilotos se cerró pronto en 2018 y a él le pilló fuera de juego. Todos los equipos quedaron ocupados para los dos próximos años y cuando quiso reaccionar y firmar un gran final de curso, ya era demasiado tarde.

Este fin de semana las Superbikes han arrancado su temporada en Australia y en la carrera de ayer Bautista ganó con casi 15 segundos de ventaja sobre Jonathan Rea, el gran dominador últimamente y rival máximo del español. La superioridad del talaverano fue una sorpresa hasta para él, porque la Ducati es una moto nueva y queda mucho trabajo por delante. Pero para Álvaro fue el final de una espera de casi diez años, ya que hacía nueve y ocho meses que no ganaba una carrera. Fue en 2009, en el Gran Premio de Cataluña en la categoría de 250cc. Allí se despidió de los triunfos, inalcanzables para él en su paso por MotoGP, una máxima categoría en la que sólo tenía material para hacer algo de ruido y cazar un podio muy de vez en cuando.

Por eso no sintió el paso a Superbikes como algo negativo. Era un cambio de aires en el que, por otro lado, se juega mucho. En este campeonato es la máxima estrella, el piloto más mediático y seguramente el de más talento. A los 34 años tiene por delante el reto de volver a demostrar su calidad y confirmar que MotoGP es otro planeta. De momento, se mete en el selecto club de los «rookies» que han ganado nada más aterrizar. El último que lo hizo fue el gran Max Biaggi hace 19 años. Ahora, lo ha hecho «Alvarito», al que ya se le había olvidado a lo que sabe ganar carreras y luchar por títulos.