Euroliga

Barcelona

72-84. Un Palau a la medida de Reyes

72-84. Un Palau a la medida de Reyes
72-84. Un Palau a la medida de Reyeslarazon

Al Madrid de Laso se le escapó la temporada pasada una Liga que tocaba con cuatro dedos de la mano. Un año después, el equipo blanco afronta un panorama casi idéntico. Pero esta vez, las señales que llegan desde el Barcelona no intimidan tanto y parece muy difícil que se le pueda escapar el título en esta ocasión. El equipo de Pascual, muy mermado físicamente, no tuvo ayer la iniciativa del choque en ningún momento. Navarro no es suficiente.

Los dos primeros partidos habían vivido guiones diferentes, así que Barça y Madrid saltaron al Palau a tantearse. Empezó anotando Navarro y enseguida respondió Rudy. Había que estudiar al rival. Pascual ordenó una defensa en zona a los cuatro minutos que le sirvió para recuperar el balón, pero no la mantuvo. Había dicho el técnico azulgrana en la víspera que sin Tomic era imposible llevarse esta final. Después de completar una gran temporada regular, el croata se está diluyendo en estos «playoffs». No está siendo un factor determinante y el Barça lo está notando. Tomic cometió dos faltas en cinco minutos y se fue al banquillo sin haber visto el aro. No presagiaba nada bueno para su equipo.

Rudy sufría en defensa con Navarro, pero los azulgrana no tenían un buen día en el tiro (3/10 en el primer parcial sin un solo triple) y al Madrid le bastaba con anotar de vez en cuando para ir ampliando diferencias. Un triple de Darden y una penetración de Llull culminaban un parcial de 0-7 para los blancos que llevaba el 6-13 (minuto 7) al marcador. Una buena circulación del balón en ataque permitía a los de Laso encontrar posiciones cómodas de tiro.

La primera bocina de la noche le sentó muy bien al Barça, que entró mucho mejor en el segundo cuarto. Un triple de Wallace y siete puntos casi consecutivos de Jasikevicius ponían de nuevo a los azulgrana por delante por primera vez desde la jugada inicial. El lituano fue clave para mantener a su equipo vivo con sus once puntos en este parcial. Pero el Madrid cargaba el rebote en ataque con acierto y solventaba sus malos tiros con segundas y hasta terceras opciones. Felipe se dio un festín y respondió a Saras con diez puntos en su cuenta. El Madrid no había tirado un solo tiro libre en el primer cuarto, pero se encontró en bonus en menos de cuatro minutos del segundo, lo que aprovechó para sumar seis puntos desde la línea de personal. La sangría en la zona azulgrana era de órdago y Slaughter cazó un pase de Rudy para ampliar la máxima diferencia de los blancos hasta el 29-37 (minuto 19). Jasikevicius puso una tirita, pero el Barça se fue al descanso perdiendo por seis y con muy malas sensaciones.

El Madrid seguiría llevando la iniciativa después del paso por los vestuarios a pesar del arreón inicial del Barcelona Regal. Oleson empezó a aportar en ataque, Wallace luchaba lo indecible en las dos pinturas y hasta Tomic apareció fugazmente para forzar una canasta y falta personal. En total, un parcial de 8-0 favorable a los azulgrana para volver a adelantar a su rival. Pero la noche quería teñirse de blanco. Los de Laso, a base de tiros libres y segundas opciones, comenzaron de nuevo a abrir brecha. Llull, que un minuto antes había culminado un robo con un mate, anotaba un triple en el último suspiro de la posesión y permitía a su equipo afrontar el último cuarto con seis puntos de renta. El Barça no daba señales de vida y salió casi «ko» al parqué. Como si de una carrera de fondo se tratara, los azulgrana veían una y otra vez como los blancos les superaban en velocidad e intensidad. Especialmente, Felipe Reyes, inmenso una vez más en el Palau.

El partido se le puso demasiado cuesta arriba al Barça, pero Navarro lanzó un ataque final, frenado por los fallos desde la línea de personal de la propia «Bomba» y de sus compañeros. Los triples de Llull y Mirotic sentenciaban antes del minuto final. Sesenta segundos de sufrimiento supino para los azulgrana y de placer máximo para los blancos. El equipo de Laso asaltó el Palau y más de media Liga ya es suya.