Eurobasket

Escarmentados en busca de los Juegos

Gasol y Mirotic, en un descanso del entrenamiento de ayer
Gasol y Mirotic, en un descanso del entrenamiento de ayerlarazon

España necesita llegar a la final del Eurobasket para lograr el billete a Río y lo hace apelando a la humildad y la unidad.

La España que hoy comienza la aventura del Eurobasket en Berlín tiene poco que ver con la que hace un año protagonizó uno de los mayores batacazos en la historia del baloncesto nacional. Las diferencias van mucho más allá de las sonadas ausencias. Por muy fuerte que suenen los nombres de Ricky, Calderón, Navarro, Abrines, Ibaka y Marc Gasol, lo importante es que el equipo tiene una actitud muy diferente a la que mostró en la Copa del Mundo que terminó con la debacle en cuartos ante Francia. De aquella guerra de egos, del motín de alguno de los pesos pesados del vestuario, de la «deserción» de otros antes del partido decisivo, se ha pasado a que la «humildad» y la «unidad» se conviertan en la razón de ser para un grupo que llega al torneo con ganas de guerra.

Ninguna selección puede presumir en el siglo XXI de un balance en los Campeonatos de Europa como el que tiene España: dos oros, dos platas y dos bronces. Sólo en 2005, con la cuarta plaza en Belgrado, el equipo fue desplazado del podio. Pero este Eurobasket es especial. Es año previo a los Juegos y hay premio doble. Además de medallas, los finalistas lograrán el billete directo para Río. La consolación es que hasta la séptima plaza clasifica para el Preolímpico, pero ese torneo no deja de ser un engorro, aunque España podría celebrarlo. ¿El precio? 1,7 millones de euros. El Preolímpico supondría más tiempo de concentración, más partidos y eso con una selección en la que las piezas claves superarán con mucho la treintena...

Mirar a Río es inevitable y nadie en la expedición se ha excusado desde que a finales de julio arrancara la concentración en Madrid. Los Juegos aparecen como la última cita para la generación de oro y nadie se lo quiere perder después del desastre del Mundial y las bajas que hay en el Eurobasket. Ricky, Calderón, Navarro y Marc ya han dicho que quieren estar. En Berlín, entre los veteranos, además de las consignas de «humildad» y «equipo unido», hay ganas de reivindicarse. Felipe Reyes, el capitán, es el mejor ejemplo: «La gente se piensa que por las bajas que tenemos ya no somos favoritos, pero seguimos teniendo un muy buen equipo con jugadores de altísimo nivel y lo que piensen los demás nos da igual».

Las casas de apuestas tienen a Francia y España como máximas candidatas al oro en un torneo que estrena formato, con cuatro sedes en tres países distintos en la primera fase. Los partidos decisivos se celebrarán en Lille. Los anfitriones buscan consagrar a la mejor generación de su historia en su país con la reedición del oro que lograron en 2013. «Francia y Serbia me han impresionado», comentó Scariolo antes de viajar. El primer objetivo de España en la fase inicial es evitar a Francia en los cruces. Se trata de encontrarse con Parker y compañía lo más tarde posible. Y si es únicamente en la final, mejor. El otro equipo que impresionó al seleccionador es el primer rival de España, la Serbia de Sasha Djordjevic (18:00, Cuatro).

Los balcánicos, subcampeones del mundo, no ocultan, al menos su entrenador, que su objetivo es el mismo que el de España: lograr el billete para Río. El último precedente fue en la primera fase del pasado Mundial. En el último partido en Granada, España se impuso por 89-73, pero luego la Roja cayó en cuartos y los serbios se convirtieron en la sorpresa del campeonato. Se llevaron la plata cuando nadie les esperaba vivos a esas alturas del torneo. «España tiene un equipazo y las claves son Pau Gasol y los bases del Real Madrid», comentó ayer Sasha.

La preparación de España no ha ofrecido demasiadas pistas. Siete victorias en otros tantos partidos ante rivales muy menores. Lo que ha quedado claro es que el grupo gira en torno a la conexión Real Madrid-Chicago Bulls. La cuestión ahora es ver qué más hay detrás de los campeones de todo la pasada temporada y de la pareja Gasol-Mirotic. La aportación de Pau Ribas, San Emeterio y Willy Hernángomez en los amistosos ha sido una de las buenas noticias. Ampliar la rotación a 8-9 jugadores se antoja imprescindible para llegar lejos en un torneo que arranca a lo grande. Si el estreno es ante Serbia, lo que viene después no se queda atrás. Salvo Islandia, hacía tiempo que España no se topaba con una primera fase tan exigente. Cinco de las seis selecciones han sido campeonas de Europa. Después de los serbios vienen Turquía, Italia, Islandia y Alemania. «Llegamos con el grupo unido, compacto y con las ideas claras. Los roles de cada jugador están definidos y hemos armado la base correcta para competir», asegura Scariolo. Pau, el faro de la Selección, lo tiene claro: «Vamos con la ilusión de hacer algo especial, pero con humildad». España llega escarmentada.