NBA
El estreno de Doncic con los Lakers, puro Hollywood
El 77 fue protagonista "andando" como dice un excompañero suyo del Real Madrid. Desde Dallas siguen llegando mensajes sobre su supuesta falta de profesionalidad
«Luka, sé tú mismo, maldita sea. ¡No te adaptes, sé tú mismo y encárgate de todo!», vociferó LeBron James en el corrillo de jugadores posterior a la presentación de Los Angeles Lakers en un abarrotado Crypto.com Arena. Y Doncic obedeció al jefe. Dejó destellos de lo que es y de lo que puede llegar a ser con el 77 de los Lakers. En cada una de las sillas del pabellón californiano había una reproducción de su camiseta y el mismo LeBron se enfundó el número 77 en la sesión de tiro previa al partido ante los Jazz. «23 más 77 son 100», apuntó «King» James. Y el estreno tuvo un final feliz como no podía ser de otra manera en un escenario situado a algo menos de diez kilómetros de Hollywood.
«Si es que hasta jugando andando puede hacer lo que quiera», comentaba ayer en Valdebebas uno de sus excompañeros en el Real Madrid. Y así fue como se manejó Doncic ante los Jazz de Utah, uno de los peores equipos de la NBA. El balcánico llevaba sin pisar una cancha desde que el 25 de diciembre se lesionó en la pantorrilla izquierda con los Mavericks. Fue un Doncic a medio gas, lejos del estreno de otros históricos de la franquicia como Pau Gasol que firmó 24 puntos y 12 rebotes hace 17 años. Luka estuvo en pista 23:23, casi medio partido. Lo suficiente para firmar 14 puntos (5 de 14 en tiros de campo), abrir su cuenta con un triple, atrapar 5 rebotes y repartir 4 asistencias, una de ellas a LeBron James en un contrataque que empezó con una sonrisa del balcánico y acabó con una bandeja del número «23».
«Fue especial. La manera en que me recibieron todos: los compañeros, la directiva, todos los que están aquí. He oído mucho ruido cuando me presentaron... Así que lo agradezco mucho, fue un momento especial», comentó Doncic nada más terminar. Todo salió según lo previsto. JJ Redick le incluyó en el quinteto inicial con un equipo que suena a titular para lo que resta de temporada. Doncic, Austin Reaves, que es bastante más que el tercer elemento del tridente exterior, LeBron (24 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias), Hachimura y Jaxson Hayes. James le envió un mensaje a primera hora con un explícito: «Hoy, lo que tú quieras». «Me han dejado tener mi momento y eso lo agradezco», contó luego Doncic que también reconoció encontrarse «un poco nervioso, pero una vez que pisé la cancha fue divertido y estar jugando de nuevo me sentó increíble. No había jugado hace mucho. Y es un nuevo equipo, un nuevo todo».
El partido fue tan apacible, 132-113, como indica la clasificación de los Jazz en el penúltimo puesto del Oeste. Los Lakers sumaron su duodécima victoria en los últimos catorce partidos –la mejor racha de la NBA– y Doncic dejó detalles al margen de la falta de ritmo que exhibió. En uno de sus pasos por el banquillo incluso recibió un vendaje en la pierna izquierda por parte de Javier Barrio, el fisioterapeuta de confianza con que trabajó en el Real Madrid y que está con él en Estados Unidos.
En la cancha estuvo la legión de vips habituales de los Lakers, mitos de la franquicia e incluso Dirk Nowitzki, la leyenda de los Mavericks que estaba sentado al lado del padre de Doncic, Sasa, y decidió ir a apoyar a su amigo. Todo lo contrario de los mensajes que llegaron desde Dallas. «Si nos fijamos en los grandes jugadores con los que crecimos, como Jordan, Bird, Kobe, Shaq... trabajaron muy duro todos los días con el único objetivo de ganar. Y si no tienes eso, no funciona… Si no tienes ese carácter, no deberías ser parte de los Mavericks. Soy inquebrantable en esto. Toda la organización lo sabe. Así es cómo trabajo fuera del baloncesto. Esta es la única manera de ser competitivo y ganar. Si quieres tomarte unas vacaciones, no lo hagas con nosotros», soltó Patrick Dumont, miembro de la familia propietaria de los Mavs y que vio cómo su equipo anoche perdía en el último segundo ante los Kings. Puro Hollywood.