Brahim, la cabeza del nuevo Milan

El futuro de Brahim Díaz (Málaga, 1999) es una incógnita. Tiene una oferta de Marruecos para jugar con su selección, pero prefiere hacerlo con España. También acaba su cesión en el Milan y debería regresar al Real Madrid. Pero esa es otra incógnita. Lo único seguro en Brahim es su presente, en el que resulta imprescindible para Pioli, el entrenador del Milan, y para sus compañeros.

Si el equipo rojinegro está en los cuartos de final de la Champions es gracias a él. No marca muchos, pero el jugador español fue el autor del único gol de la eliminatoria contra el Tottenham que devolvía al Milan a un tramo de la Liga de Campeones que no alcanzaba desde 2014.

«El Milan y sus aficionados adoran esta competición porque el equipo se ha coronado campeón muchas veces y estar de vuelta en cuartos de final de este gran torneo después de todos estos años significa que estamos haciendo un buen trabajo. Es genial estar de vuelta entre los ocho mejores después de todos estos años», dice el «10» del equipo milanés.

«Va a ser un partido muy bonito porque nos conocemos muy bien. Creo que va a ser un choque muy interesante, muy movido y seguro que habrá goles», advierte el mediapunta sobre el partido de ida de hoy contra el Nápoles. La referencia es el último choque en el que se enfrentaron los dos. El Milan es el último campeón de la Serie A y el Nápoles será el próximo, pero los rojinegros golearon hace un par de semanas en el Diego Armando Maradona (0-4) con un gol y una asistencia de Brahim.

«Ganamos el Scudetto el año pasado y el Nápoles está en lo más alto de la tabla este año con una gran diferencia de puntos respecto al resto. Lo tienen en sus manos y enfrentarnos en los cuartos de final dos equipos italianos, dos grandes equipos, es muy importante para los italianos», dice.

Brahim se siente feliz en el Milan y con Stefano Pioli como entrenador. «Estoy muy agradecido. Me está convirtiendo en un mejor jugador y una mejor persona», decía hace un año de su técnico. «Pioli es muy importante en mi carrera. Tenemos una gran relación dentro y fuera del campo», añadía.

Pioli lo reservó el fin de semana contra el Empoli. Solo jugó 28 minutos, pero contra el Nápoles estará desde el comienzo. El juego del Milan depende en gran parte de él.