Vuelta a San Juan

Gaviria, un esprínter para cambiar la naturaleza de Movistar

El colombiano se estrena en la Vuelta a San Juan con el equipo de Eusebio Unzué. “Mi objetivo es hacerle feliz”, dice

Fernando Gaviria
Fernando GaviriaMovistarTeam

El de Fernando Gaviria es un fichaje contra natura para la estructura del Movistar Team. Un equipo que siempre ha priorizado las grandes vueltas sobre las victorias parciales y al que sólo Alejandro Valverde le enseñó a recorrer el camino de las clásicas. Pero Gaviria es un esprínter, una especie de ciclista que nunca ha encontrado acomodo en el equipo navarro. Un fichaje que llega para cambiar una cultura de 40 años.

Puede ser una temporada bastante buena porque tanto ellos como yo hemos hecho un movimiento para que ese cambio se diera y es algo lindo porque hay corredores que no hacen el trabajo como lo deben hacer o en el terreno en que no son especialistas, como Albert Torres. Muchas veces le tocaba trabajar en subida, pero es un “pistard” de talla mundial y creo que le podría sacar más provecho yo que el mismo Enric Mas”, asegura el velocista colombiano.

No hace tanto que Gaviria era uno de los ciclistas más rápidos del pelotón mundial. Una garantía de victoria en cualquier carrera. El colombiano ganó cuatro etapas en el Giro de 2017, además del maillot de los puntos, y dos más en el Tour del año siguiente. Pero en las dos últimas temporadas apenas ha sumado una victoria en la Vuelta a Polonia y dos en el Tour de Omán.

Gaviria necesitaba relanzar su carrera y Movistar, victorias de etapa que le aseguren los puntos necesarios para no sufrir por el descenso de la élite del ciclismo mundial, como le sucedió la temporada pasada. Un matrimonio perfecto, aunque sea por necesidad. Y se estrena en la Vuelta a San Juan, un territorio siempre propicio para él, aunque en la primera etapa terminara en la duodécima posición. En 2020 ganó tres etapas y es el velocista con más victorias en la carrera argentina. Dos victorias en 2017, otra en 2018 y dos más en 2019 completan su palmarés en San Juan.

El descenso en el rendimiento del colombiano coincide con el “mal” momento del ciclismo de su país, que ha perdido presencia en las grandes vueltas, después de la caída en desgracia de Nairo Quintana y de Supermán López y del accidente de Egan Bernal. Aunque Gaviria no lo ve así. “¿Dónde ha bajado el nivel, si en todos los equipos hay colombianos? En el Ineos hay tres”, se revuelve cuando le preguntan en un encuentro con periodistas españoles en San Juan. “Somos personas, no somos robots, que nos cambian las pilas y ya está. A mí me parece que el ciclismo colombiano sigue siendo igual de importante que hace cuatro o cinco años y todos los años llegan corredores nuevos a Europa, y todos los años llegan corredores nuevos a equipos del World Tour. Me parece que sigue ilusionando”, dice. “Pero te salen corredores como Pogacar, como Vingegaard, como Roglic, que ganan todas las carreras, ¿qué puedes hacer ahí? Nada”, añade.

Gaviria es consciente del cambio que ha sufrido su carrera en los últimos años. “Ahora soy un poco más maduro, con más cosas en la cabeza, cosas que solucionar, cosas que hacer, pero muy contento porque ha vuelto ese Fernando. He vuelto a entrenar en la pista, he vuelto a divertirme dentro de la pista y creo que este año lo podemos hacer mucho mejor que en las temporadas pasadas, que tuvimos algunas dificultades y espero conseguir un buen golpe de pedal. Creo que vamos por el buen camino y esperamos hacerlo bien”, afirma.

El trabajo en la pista es un apoyo para mejorar su rendimiento en las llegadas. Gaviria era un especialista, pero lo dejó de lado después de los Juegos de Río en 2016. “No había vuelto a tocar la pista porque después de Río había decidido no correr más. El año pasado con el equipo tomamos la decisión de que sería bueno intentar la clasificación para las Olimpiadas y en eso estamos trabajando”, explica. “En la pista es un día que despejo más la mente, que no son tantas horas en la bici, pero es bastante duro también, muy exigente”, añade.

Sólo tiene 28 años y el mejor Gaviria está a tiempo de volver. En su calendario está el Giro, la carrera que más prestigio le dio, pero su objetivo principal es otro: “Hacer feliz a Eusebio [Unzué, el mánager del equipo], que esté contento con el movimiento que ha hecho. Si él está feliz, nosotros estaremos felices porque habremos hecho un buen año”.