San Sebastián

Luisle supera las sospechas

Caja Rural anuncia su fichaje para la próxima temporada después de que hace unos meses rescindiera su contrato de dos años con Belkin

Luisle no podrá correr el Tour, pero seguirá en el pelotón
Luisle no podrá correr el Tour, pero seguirá en el pelotónlarazon

Madrid- Caja Rural ha devuelto a Luis León Sánchez al pelotón profesional. Un proceso complicado en el que cuatro etapas en el Tour, una París-Niza y dos Clásicas de San Sebastián no parecían suficiente argumento para convencer a los equipos de que Luis León Sánchez era un buen fichaje. Pesaban más las sospechas por su presencia en los sumarios de la «operación Puerto» y la «operación Galgo», dos casos por los que nunca se enfrentó a una posible sanción, pero que marcaron su último año en el Belkin. El equipo holandés, heredero del antiguo Rabobank, lo apartó de las carreteras en los primeros días del juicio por la «operación Puerto». Su nombre aparecía en los papeles del sumario, pero la Guardia Civil nunca quiso investigarlo. Iba a salir indemne del proceso, hasta que Enrique Gómez Bastida, el hombre que dirigió la investigación de la Guardia Civil por la «operación Puerto», lo citó en pleno juicio. No pronunció su nombre, pero aseguró que los medicamentos que se le incautaron a Manolo Saiz en el momento de su detención eran para entregárselos «al del Huerto», el apodo con el que se referían a él Eufemiano Fuentes y el doctor Merino Batres en sus conversaciones telefónicas. «Su nombre podría desacreditar al equipo, porque aparece en demasidos casos de dopaje», reconocía un portavoz del Belkin en el diario «De Telegraaf» para explicar la ruptura del contrato, a pesar de que aún le quedaban dos años por cumplir. Además de en los dos casos investigados por la justicia española, su nombre se relacionaba con el del doctor Michelle Ferrari en la investigación de la USADA (Agencia Estadounidense Antidopaje) sobre Lance Armstrong.

Belkin le pagó los dos años de contrato, pero su futuro no era sencillo. Movistar se planteó su fichaje, pero a Eusebio Unzúe acabó pareciéndole más arriesgado tener en su equipo a un eterno sospechoso que a cualquier dopado condenado y arrepentido. Las sanciones se cumplen, pero las sospechas duran para siempre. Movistar dejó claro en su primera temporada en el ciclismo que el objetivo del equipo, más que las victorias, era «honrar la marca». Y eso significaba mantenerse lejos del dopaje y de las sospechas.

Luisle también veía comprometido su futuro por el Movimiento por un ciclismo creíble, una organización a la que pertenece la mayoría de equipos del World Tour y que contempla unas normas sobre dopaje más estrictas de las que marca la propia UCI. Pero en los primeros días de diciembre, su representante, Ángel Buenache, ya anunciaba en la agencia Efe que Luisle tenía un acuerdo con un equipo. «Va a correr, pero hasta enero no podemos desvelar en qué equipo», aseguraba. Debían respetar una cláusula de confidencialidad. «Luisle necesita un equipo de primera categoría, que le ofrezca tres cosas: tranquilidad, un calendario que le satisfaga y que la formación crea en él para que pueda demostrar en la carretera lo que ha sido. Esto no es una cuestión simplemente de dinero», añadía.

Y ese equipo parece ser Caja Rural-Seguros RGA, una formación Continental Pro, la segunda división del ciclismo, que no le permitirá correr el Tour y otras grandes carreras, pero que, poco a poco, intenta formar un buen grupo capaz de hacer cosas importantes. El año pasado llegaron Amets Txurruka y David Arroyo. Ahora llega Luisle para completarlos. El lunes lo presentan.

Samuel Sánchez espera destino

Los equipos van cerrando sus plantillas y Samuel Sánchez sigue sin encontrar un hueco en el pelotón. Pero el campeón olímpico sigue dando pasos para mantenerse sobre la bicicleta el próximo año. El primero fue la desvinculación definitiva de Euskaltel. A pesar de que el equipo desapareció, a él le quedaban dos años de contrato con la empresa. El siguiente será encontrar un equipo que le pague lo que vale. Samu mantiene la esperanza.