Cinco partidos para una Liga

¿Devolverá el Dépor el favor al Barca del año pasado? ¿Está el ataque azulgrana muerto, como dice Capello? ¿Habrá otro «tamudazo»? ¿Puede el Athletic amargar al Atlético?

El año pasado el Deportivo no bajó a Segunda porque en la última jornada empató en el Camp Nou frente a un Barça que ya no se jugaba nada. Iban ganando 2-0 y empataron a dos. «Eso que viví en aquel estadio aquel día no me lo va quitar nadie; es algo que voy a recordar toda la vida», decía ayer el deportivista Lucas Pérez. Mañana la situación será parecida, pero al revés. El Dépor está nueve puntos por encima del descenso, casi sin preocupaciones, y al Barcelona la va la vida. «Estamos cerca, pero hasta que lo diga la matemática no pienso estar tranquilo», continuaba Lucas Pérez. Pero desde el Madrid y desde el Atlético se teme que alguien en La Coruña tenga la idea de, más que devolver el favor, jugar con cierta relajación. También esperan que Víctor Sánchez, entrenador del Deportivo, recuerde que se crió en la cantera blanca.

El Barça, cansado

Porque los tres de arriba hacen cálculos, sospechan de todo y se plantean todas las posibilidades. La Liga se puede perder en un error, que ya no va a haber tiempo de rectificar. Miran, sobre todo, a los rivales de sus competidores, a la espera de que sean profesionales o épicos. El Dépor mide la dinámica del Barcelona. Pero no se juega nada. De los rivales azulgrana, sólo Sporting y Granada están jugando con el fuego del descenso, mientras que el Espanyol nunca se relaja en sus duelos contra los vecinos. Será el penúltimo partido de Liga y no pocos en el Santiago Bernabéu recuerdan aquel «tamudazo» que dio al Real Madrid la Liga de Capello. Además, la esperanza de los blancos y del Atlético parte del estado del líder. «Lo que sucede es que los tres de ataque, que fueron a los partidos de sus selecciones, ahora están muertos», aseguraba ayer Fabio Capello, protagonista de la última gran remontaba madridista. «Puedes estar toda la temporada muy bien y en una semana se cruzan los resultados. No estás tan bien y se te viene todo encima. Hay partidos en los que puedes tener diez ocasiones claras y no le metes un gol al arcoíris», explicaba Figo en el mismo acto de Laureus, que vivió con Queiroz lo que sucede ahora al Barça.

Atlético, el calendario a favor

«Somos ambiciosos y no descartamos para nada mirar hacia adelante, pero lo primero es ganar al Atlético y luego ya se irá viendo cómo está la clasificación», afirmaba ayer Iturraspe, jugador del Athletic y rival rojiblanco mañana. Quizá es el partido más duro para los de Simeone. El equipo de Valverde tiene a seis puntos al Villarreal, que juega contra el Madrid. O sea, que no descarta alcanzar posición de Champions. Para eso tiene que ganar al Atlético, que después cuenta con un calendario con tres partidos en casa de los cuatro que le quedarían. «Pero nosotros no tenemos que mirar más allá del miércoles, el resto queda muy lejos», aseguraba ayer Fernando Torres, una de las esperanzas del conjunto rojiblanco.

El Real Madrid, como le gusta

«Nosotros hicimos una remontada más pausada, paso a paso, con tranquilidad. Ahora, todo ha sucedido en un momento», continuaba ayer Capello al recordar su Liga, otra que parecía perdida y se ganó en el último suspiro. En momentos así, cuando hay que luchar contra lo que parece imposible, el Madrid es el que mejor se mueve. De los tres, es el que más complicado lo tiene porque en su calendario aparecen el Villarreal, cuarto clasificado, la Real Sociedad en Anoeta y el Valencia que ganó en el Camp Nou. El conjunto de Zidane ha mejorado en equilibrio, pero sobre todo en carácter. El partido contra el Getafe fue el ejemplo de que no se va a dormir como ha ocurrido en otros minutos de la temporada. Ya nada le parece imposible: suma siete partidos seguidos en Liga ganando, desde que perdió contra el Atlético en el Santiago Bernabéu: «¡Seguimos trabajando! ¡Fuerza, carácter y pasión! », escribía Sergio Ramos en Twitter, tras terminar el entrenamiento.