Real Madrid-Osasuna

Del concierto de Quevedo a la final de la Copa del Rey

Lucas, 13 años, hincha del Madrid y abonado de Osasuna, ha viajado con sus padres desde Tudela para ver a Quevedo en el WiZink. Después, rumbo a Sevilla para ver en la final de Copa en un fin de semana de ensueño

Lucas, David y Eva, en el WiZink Center
Lucas, David y Eva, en el WiZink CenterJesús G. FeriaJesús G. Feria

Los Reyes Magos trajeron a Lucas el regalo que más deseaba: unas entradas para el concierto de Quevedo en Madrid. La fecha era ayer, el 5 de mayo, en el WiZink Center, y el plan que le habían puesto sus padres, Eva y David, era un fin de semana para él, en el que podía pedir qué planes hacer. Y según avanzaban las eliminatorias de la Copa del Rey, el plan de Lucas se iba redondeando y tomando forma. Además de ver a su cantante preferido en su parada madrileña del «DQE Tour» –la primera gira del cantante canario presentando su disco Donde quiero estar, que incluye, cómo no, su famosísimo «Quédate» con Bizarrap–, Lucas podía añadir a su fin de semana otra parada. En Sevilla, en La Cartuja, si finalmente sus dos equipos se enfrentaban al día siguiente, hoy, en la final de la Copa del Rey. Y como los Magos de Oriente son eso, muy mágicos, quizá pusieron algo de su parte para redondear la excursión de Lucas y sus padres. Resulta que Madrid y Osasuna juegan por el título copero y allí estará esta familia de Tudela, primero en el concierto de Quevedo en Madrid y después en Sevilla para ver jugar a los rojillos su segunda final de Copa del Rey. La primera la perdieron con el Betis en el Vicente Calderón en el año 2005.

Así que la aventura comenzó el viernes bien temprano en Tudela, camino de Madrid para llegar a tiempo de cambiar el coche habitual por una furgoneta tipo camper de alquiler para que el viaje fuera más cómodo. La primera etapa, 330 kilómetros hasta la capital de España y prepararse para cantar las canciones de Quevedo, un ídolo entre los más jóvenes especialmente. Antes no puede faltar la visita al Santiago Bernabéu, como cada vez que Lucas pasa por Madrid. «Nadie conoce mejor que nosotros las obras de remodelación del estadio», bromea Eva sobre la pasión de su hijo con el Real Madrid. Lucas tiene el corazón dividido. Tiene el carné madridista y es abonado de Osasuna, así que en esta final no va a perder pase lo que pase. Le ha estado dando vueltas y aunque su corazón suele ser un poco más blanco que rojillo, en este partido le tira más Osasuna, consciente de que para el club navarro es más complicado que para el Madrid vivir estos partidos decisivos.

Después del concierto, un poco de descanso, y muy pronto por la mañana de hoy salida hacia Sevilla para hacer los 530 kilómetros por carretera y llegar a tiempo para dar una vuelta antes de ir hacia la fan zone y el estadio de La Cartuja. Eva, la madre, con su camiseta de Osasuna, que ella no tiene dudas; el padre, David, sin colores a la vista pero declarado hincha del Real Madrid. Y Lucas, de rojillo esta vez, aunque sin dejar su madridismo. Él quiere ver otra vez de cerca a Vinicius, un viejo conocido porque hace unos meses, en El Sadar, el brasileño lo vio en la grada mientras calentaba y se acercó para darle su sudadera, un tesoro que guarda en su habitación junto a otra camiseta que le regaló Lucas Vázquez en otra visita del Madrid a Pamplona.

Sevilla se vestirá mitad rojillo y mitad blanco para la final de la Copa del Rey. 19.208 socios de Osasuna solicitaron entrada y todos van a poder estar en La Cartuja sin sorteo de por medio. El Real Madrid sí tuvo que recurrir al azar para repartir las 15.277 localidades destinadas a sus socios, ya que se habían solicitado 39.823 entradas durante el plazo que habilitó el club blanco. En total serán 57.000 espectadores en las gradas para ver quién es el nuevo campeón de Copa, con Sevilla como sede fija en los últimos años.

Es el destino más solicitado este fin de semana en cualquiera de los medios de transporte, incluido BlaBlaCar, la web de viajes compartidos en coche, que ya acumula más de 200 viajes procedentes de Navarra con destino a la capital andaluza, un 1.200 % más que en un viernes y sábado normales, donde suele haber unos 15 trayectos de media. Desde Madrid la cifra se dispara hasta los 600 viajes con destino a la final de la Copa del Rey.

El complemento perfecto al regalo de Reyes de Lucas y que terminará el lunes con el regreso a Tudela después de 1.720 kilómetros recorridos y la mochila del colegio en el maletero, porque está en 2º de ESO y, como recuerda Eva, su madre, el martes y el miércoles tiene exámenes. Así que además de Quevedo y la final, habrá que estudiar en los pocos ratos que queden libres.