Dakar 2024: del “gilipollas” a Pedro Sánchez, al bocazas de Al-Attiyah y la grandeza de Loeb

Carlos Sáinz afrontaba los 175 kilómetros de la etapa final del Dakar con un enorme margen para ganar el Dakar, sin necesidad de arriesgar, solo con el objetivo de llegar a meta después de que Loeb sufriera un problema que le dejara fuera de la lucha. Y aunque se mostraba prudente, horas después el madrileño lograba su cuarto título del rally más exigente del mundo y a sus 61 años se convirtió en el piloto más longevo en lograrlo. Además, ha sumado dos más a su larga lista de récords: ser el primero en imponerse en la prueba con un coche electrificado e híbrido y ganarlo con cuatro marcas distintas.

El piloto ha sido el más regular en la prueba más dura del planeta en la que no han faltado las polémicas ni la grandeza del deporte. Un Dakar que podría resumirse en tres anécdotas: la pillada del insulto a Pedro Sánchez, el bocazas de su máximo rival y la icónica imagen de un Loeb cuyo gesto tras quedar fuera de la lucha por el título ha dado la vuelta al mundo.

Una pillada épica

La cuarta etapa de este rally no fue la mejor para el piloto madrileño pero sí pasará a la historia por una pillada que desató una auténtica tormenta en redes sociales. Y es que el doble Campeón del Mundo de Rally y cuadruple Campeón del Rally Dakar, generó una agria polémica tras llamar gilipollas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En una conversación con otros pilotos que también están compitiendo en Dakar, el piloto llamó «asshole» al presidente del Ejecutivo. Sainz aparece en compañía del piloto catalán Nani Roma en un ambiente relajado mientras comentan la situación en Cataluña: "Está más calmada", menciona uno de los compañeros. Sin embargo, Sainz ha negado de manera contundente esta afirmación.

En un vídeo, compartido por Roberto Belasategui en la cuenta de TikTok @carburandotv, se puede apreciar como Sainz está charlando con los hermanos Benavides, Nani Roma y el director del Rally Dakar, David Castela, mientras comenta presumiblemente la “situación en Cataluña” y sentencia con un “asshole president” (gilipollas presidente). El vídeo corrió como la pólvora hasta convertirse en viral y muchos usuarios no tardaron en reaccionar aplaudiendo el discurso del piloto. "Hay que hacerle un monumento a este tío", "Por fin alguien con sentido común", "Ojo Carlos, mañana te hace una inspección Hacienda" o "¿Cómo no admirar a Don Carlos Sainz?", fueron algunos de los comentarios que inundaron Twitter.

Al-Attiyah se traga sus palabras

Este Dakar contaba sin duda con una rivalidad y un reto muy especial del que ha salido victorioso Carlos Sáinz. Nasser Al-Attiyah, logró en 2023 su quinto Dakar, el tercero con Toyota. Sin embargo, el vigente campeón cambió de equipo en verano y se pasó a Prodrive, junto al francés Sebastian Löeb. Al-Attiyah comenzó este rally con un Hunter T-1 con el que pretendía sumar su tercer Touareg consecutivo y su cuarto Dakar en seis años. El piloto de 53 años podría haber optado por la vía fácil y seguir con el ultracompetitivo Toyota Hilux T1+ con el que se adjudicó el título en 2019, 2022 y 2023. Pero a Al Attiyah le gustan los desafíos. Tanto el catarí con Prodrive como el español con Audi comenzaban una lucha por convertirse en el primer piloto de la historia en ganar el Touareg con cuatro equipos distintos. Una pelea que se ha llevado el madrileño a pesar de los ataques del "jeque" que ha tenido que tragarse sus palabras. "¿Audi? Les doy solo tres días y se irán a casa, ya lo visteis en Marruecos y Aragón después de cien kilómetros", afirmó.

Sin embargo, el acabó en casa antes de lo previsto fue el propio Al Attiyah que ahora se traga sus palabras mientras contempla la victoria de "El Matador" . El motor del catarí volvió a fallar en la octava etapa y tras bajarse del coche anunció que dejaba la carrera.

El icónico gesto de Loeb

Pero, si algo que debe ser resaltado de este rally es el magnífico ejemplo de deportividad de Sabastien Loeb tras romper su coche en la penúltima etapa. El piloto francés se encontraba parado, con su coche averiado en una zona peligrosa de piedras, despidiéndose de sus opciones cuando Carlos Sainz pasó junto a él y se dio cuenta de que no tenía rival y su triunfo estaba más cerca. El francés podría haber tenido opciones si el español sufría algún accidente o avería pero lejos de pensar en eso tuvo un enorme gesto de deportividad que pasará a la historia.

Loeb primero le mostro el pulgar, para asegurarle que todo iba bien. Y después, con las dos manos le hizo un gesto de calma para avisar a Sainz de lo peligroso que era el terreno y que debía ir con mucho cuidad para superar las piedras y dirigirse hacia su triunfo en el Dakar.

La grandeza de Loeb ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido, sin duda, en la imagen de un Dakar que ya tiene campeón.