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Panathinaikos-Real Madrid (82-89). El Real Madrid, en la Final Four de Vitoria

Rudy Fernández, en un momento del partido
Rudy Fernández, en un momento del partidolarazon

El Real Madrid es el primer clasificado para la Final Four que del 17 al 19 de mayo se va a disputar en Vitoria. Tercer partido de la eliminatoria ante el Panathinaikos y tercera victoria del equipo blanco. Fue diferente a las dos anteriores. No hubo una remontada como la del primer día; tampoco una superioridad como la del segundo. Es una de las muchas virtudes del equipo de Laso: puede ganar de cualquier manera. Con el liderazgo en Atenas, como durante toda la eliminatoria, de Campazzo, el campeón de Europa volverá a pelear por el título.

El arranque del Madrid fue tan eléctrico como todo su segundo partido. Los blancos silenciaron a los más de 18.000 hinchas con una receta sencilla: un tapón, un par de mates y un par de triples (4-10). Laso apostó por su quinteto clásico en la serie con Campazzo, Rudy, Taylor, Randolph y Tavares. Pitino hizo cambios. Incluyó a Lojeski y Gist. Mientras el ala-pívot fue intrascendente. El exterior, ausente hasta ahora en la eliminatoria, apareció y de qué manera. El Madrid llevaba el partido bien atado hasta el ecuador del segundo cuarto. Campazzo volvía a ejercer de comandante en jefe y su paso por el banquillo no se notó. El equipo dominaba el rebote, compartía el balón con criterio y todo el mundo sumaba (25-34) hasta que el ataque se atascó y llegó un parcial de 11-0 (36-34). El problema no fue tanto el parcial como dejar que media Grecia se reenganchase al partido. Lojeski -14 puntos sin fallo- y Papapetrou -9 puntos en el segundo cuarto- reanimaron al Panathinaikos y el Madrid por segunda vez en la serie se sintió dominado.

Para frenar a Lojeski, Laso apostó por su chico para todo en la eliminatoria: Campazzo. Anota, pasa, rebotea, dirige, roba y también defiende y mucho. El argentino no le dejó ni recibir. Como también se trataba de anotar, encontró varias vías (Rudy y Taylor) y el partido se volvió a equilibrar.

Había que ver quién se encontraba menos incómodo en el intercambio de golpes. La cuerda no dejó de tensarse. Laso recurrió a Carroll, pero la vía de anotación llegó por dentro. La pareja Campazzo-Ayón fue una tortura para la defensa griega. Sus dos contra dos encontraron siempre el aro. El mexicano anotó diez puntos en los minutos decisivos y un triple de Campazzo pasaportó directamente al Madrid al Buesa Arena. La serie del «Facu» ante los griegos ha sido un escándalo. La baja de Llull le ha hecho cargarse de obligaciones y no ha dado un paso al frente. Ha dado muchas zancadas. En el tercer partido fue la última... por ahora. Acabó con 16 puntos, 10 asistencias y 3 rebotes y la impresión de que el equipo se agarró encantado a él.

Vitoria será la sexta Final Four en las ocho temporadas de la «era Laso». Dos títulos (Madrid 2015 y Belgrado 2018), dos subcampeonatos (Londres 2013 y Milán 2014) y una semifinal (Estambul 2019). El defensor del título vuelve a estar entre los cuatro mejores de Europa.

82. Panathinaikos (18+23+17+24): Calathes (17), Lojeski (16), Papapetrou (9), Gist (4) y Papagiannis (4) -quinteto titular- Thomas (11), Vougioukas (8), Kilpatrick (0), Antetokounmpo (0) Langford (10) y Lekavicius (3).

89. Real Madrid (23+13+22+31): Campazzo (16), Rudy (16), Taylor (13), Randolph (14) y Tavares (3) -quinteto titular- Prepelic (0), Thompkins (9), Ayón (12), Deck (2), Causeur (2) y Carroll (2).

Árbitros: Lamonica (Ita), Boltauzer (Esl) y Mogulkoc (Tur). Eliminado Langford. Técnica a Vougioukas.

Incidencias: 18.182 espectadores en el OAKA. Tercer partido correspondiente a los cuartos de final de la Euroliga.