Tenis

Djokovic lo vuelve a hacer y llega a su novena final en París

El serbio remonta a un gran Rublev (5-7, 7-6 (7-3) y 7-5) y jugará ante Dimitrov la final

Djokovic celebra su victoria ante Rublev
Djokovic celebra su victoria ante RublevEuropa Press

Novak Djokovic tiene mil vidas y lo volvió a demostrar ayer en París, al remontar un durísimo partido de tres horas ante Andrey Rublev, número cinco del mundo, 5-7, 7-6 (7-3) y 7-5. Un triunfo que mete al serbio en su novena final del Masters 1.000 de París, en la que busca su séptima corona. Su rival será el búlgaro Grigor Dimitrov, que derrotó a Stefanos Tsitsipas, sexto del mundo, para alcanzar a sus 32 años su primera final de un Masters 1.000 desde 2017.

No le puso las cosas fáciles a Novak Rublev, que durante buena parte del encuentro dominó a su rival. Pero, pese a todo, el serbio volvió a demostrar que está un escalón por encima del resto, que tiene suficientes argumentos para ganar incluso cuando no está a tope.

Por tercer partido consecutivo cedió un set, pero se repuso de los inconvenientes para alargar a 17 su racha de triunfos consecutivos, dejando su derrota en la final de Wimbledon contra Carlos Alcaraz como una anomalía del calendario. Ese partido, que le privó de embolsarse los cuatro grandes, es la única derrota que figura en su hoja de servicios en los últimos 31 duelos, lo que da razón a su estrategia de limitar sus apariciones para, a sus 36 años, comparecer solo para ganar. Un día después de haber vengado ante el danés Holger Rüne la derrota en la final del año pasado bajo el techo de París, Djokovic volvió a demostrar por qué es el número 1. Buscará su cuadragésimo Masters 1.000 en su final número 57 y su título número 91 en 131 finales.

Cifras estratosféricas que revelan la calidad del serbio, intratable cuando se trata de agrandar su palmarés.

El cansancio no pareció pesar a Rublev, que había acabado a la media noche su duelo de cuartos contra De Miñaur, y aunque comenzó cediendo su saque, lo recuperó enseguida, para elevar el nivel durante todo el primer set, en el que llevó el peso del choque.

Djokovic se defendía de las andanadas del moscovita, que acechaba el servicio del serbio, obligado a tirar de oficio, a sacar alguna de sus últimas herramientas para sobrevivir. Durante un set y medio estuvo por encima Rublev. A pesar de la remontada jugó un gran tercer parcial, pero no le bastó.