Málaga C.F.

0-3. El Alavés hurga en la herida del Málaga

El conjunto vasco destrozó al equipo andaluz con una pasmosa facilidad, sin pisar el acelerador, y dejando en evidencia a un club que se hunde

El delantero bosnio del Alavés, Ermedin Demirovic (c), marca un gol ante la presencia del portero del Málaga, Andrés Prieto /Efe
El delantero bosnio del Alavés, Ermedin Demirovic (c), marca un gol ante la presencia del portero del Málaga, Andrés Prieto /Efelarazon

Casi un mes después de producirse el descenso de forma efectiva en Valencia, el Málaga sigue en caída libre. La primera mitad blanquiazul, sobre todo su puesta en escena, fue denigrarte y vergonzosa.

Casi un mes después de producirse el descenso de forma efectiva en Valencia, el Málaga sigue en caída libre. La primera mitad blanquiazul, sobre todo su puesta en escena, fue denigrarte y vergonzosa. Vamos, el esperpento de cada día. Algunos jugadores todavía no se habían levantado de la cama cuando su equipo ya había encajado el primer gol. Llegó en el minuto dos, en el primer acercamiento medianamente serio del Alavés. En-Nesyri perdió un balón en el centro del campo, Diego González fue superado por su extremo con una facilidad pasmosa, y tras el centro y varios errores defensivos Manu García llegó al borde del área para recoger el esférico que le había llegado, casi como un regalo, y enviarlo al fondo de la red de Andrés, que no pudo atajar. El gol, como era de esperar, encendió aún más los ánimos de los escasos aficionados que se dieron cita en la matinal de La Rosaleda, que registró la peor entrada del año con rotundidad. Arreciaron los cánticos contra la propiedad, contra el director deportivo, el entrenador y, por supuesto, contra las jugadores. En Málaga nadie se salva del desastre que ha supuesto una temporada nefasta que aún no ha concluido.

Con toda la primera mitad por delante había tiempo para muchos cambios. Pero lo que no tiene este Málaga -ni ha tenido- es calidad. Sus jugadores están por debajo de lo exigible para LaLiga y lo certifican cada semana. Mientras, el Alavés, sin inmutarse, jugaba y controlaba el juego a su antojo pero sin profundidad. Guidetti e Ibai las pedían por todo el campo pero sin generar ningún tipo de peligro. Mediada la primera mitad, y tras otra tanda de gritos de la afición contra todo el mundo, el Málaga consiguó crear un par de jugadas que pusieron en peligro la meta de Pacheco. Lestienne lo intentó desde fuera del área sin acierto, como Ideye, que falló un gol a puerta vacía. Por el Alavés sólo lo intentó D. Torres, pero Andrés rechazó su disparo. Al descanso, ventaja vasca.

La segunda mitad apenas tuvo historia porque al Málaga se le acabó el fuelle muy pronto. Sólo tuvo un par de destellos los primeros locales en los primeros cinco minutos con remates de Rosales e Iturra atajados sin problemas por el meta visitante. A partir de ahí, la nada, el desbarajuste y la vergüenza para el Málaga. Porque en el primer acercamiento serio del Alavés llegó el segundo gol, obra de Demirovic, que supo definir con calidad cuando se encontraba sólo ante Andrés. Cuando aún se lamían las heridas los locales, Ibai acertó desde una esquina a incrustar en la escuadra un disparo con la izquierda y hacer el tercero.

El jugador vizcaíno del Alavés recibió una atronadora ovación de la afición malagueña por la espectacularidad de su gol.

Aquí teminó el choque porque el Alavés no quiso hacer más sangre y el Málaga se entregó, aunque más por orgullo que por calidad consiguió generar un par de ocasiones que Borja Bastón y En-Nesyri no acertaron, como casi siempre.

Victoria más que justa del Alavés, que está completando una segunda vuelta fantástica gracias a un entrenador inteligente que ha sabido dotar a sus jugadores de ilusión y capacidad para mantener la categoría con holgura. Sobresaliente su labor. Y de los aplausos pasamos a los pitos. El Málaga, fiel a su temporada, volvió a hacer el ridículo en el campo. Con un entrenador que nunca ha sabido por dónde salía el sol, con unos jugadores incapaces y con una directiva ausente no queda nada. El esperpento se ha instalado en La Rosaleda y nadie es capaz de alejarlo. Pero ante todo, una declaración de los aficionados: “Que acabe este purgatorio ya, por favor”.

0 - Málaga: Andrés; Rosales, Luis Hernández, Ignasi Miquel, Diego González; Lestienne, Adrián, Lacen (Iturra, min. 64), Rolan (bueno, min. 82); Ideye (Bastón, min. 46) y En-Nesyri.

3 - Alavés: Pacheco; Alexis, Ely, Maripan, Diéguez (Martín, min. 46); D. Torres, Manu García, Víctor (Burgui, min. 60), Demirovic; Ibai y Guidetti (Wakaso, min. 74).

Goles: 0-1, min. 3: Manu García. 0-2, min. 67: Demirovic. 0-3: Ibai, min. 69.

Árbitro: González González, C. Castellano-Leonés. Mostró tarjetas amarillas a Diego González y Rosales del Málaga y a Diéguez del Alavés.

Incidencias: Pésima entrada en La Rosaleda, con sólo 14.024 espectadores, la peor de la temporada.