Real Madrid

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El cambio del Real Madrid se explica por las faltas

James Rodríguez, defendiendo
James Rodríguez, defendiendolarazon

Al ser sustituido en el Sevilla-Real Madrid, James Rodríguez había recorrido, según el dato que ofreció la televisión, unos 9,3 kilómetros. Si la media suele estar en torno a 10 y aún quedaban 15 minutos, el colombiano habría sumado por encima de la media. Los kilómetros recorridos fue una de las polémicas del encuentro entre el PSG y el conjunto blanco del pasado miércoles en Champions. Porque en un primer momento la UEFA sacó una estadística en la que decía que los de Zidane habían corrido sólo 80 kilómetros, lo que era una distancia casi ridícula. Después la corrigió. En París, el Real Madrid hizo 100, 9 kilómetros. Eso sí, unos cuatro menos que los del PSGNo están los datos del choque contra el Sevilla, pero es evidente que el Real Madrid corrió más o por lo menos mucho mejor en el duelo europeo. Dicen los entrenadores que a veces correr mucho significa que se ha trabajado de más porque el equipo estaba mal posicionado y había que corregir errores. En París, el Real Madrid no es sólo que corriese menos que el PSG es que casi siempre lo hizo para corregir mala situaciones defensivas. Está claro que en Sevilla no pasó eso. Un equipo mejor colocado y mucho más concentrado cambió su cara, no dejó que el rival avanzase con facilidad y le acabó doblegando, gracias al gol de Benzema y a la ordenada defensa de todos los futbolistas.

Cuando el Real Madrid se repliega, lo hace dibujando en el campo un 4-1-4-1, con Karim como hombre más adelantado y detrás una línea de cuatro, con Bale y Hazard en los costados y James y Kroos. Detrás, Casemiro. Eso obliga a que jugadores con talante ofensivo y pocos dados a mirar atrás tenga que mantener obligaciones defensivas durante gran parte del encuentro y estén obligados a grandes recorridos para ir de área a área. El reto de Zidane es conseguir que eso se mantenga a lo largo de los minutos de los partidos y también a lo largo de la temporada.Frente al PSG, entre Hazard, Benzema, Bale y James hicieron una de las 14 faltas que realizó el equipo blanco. Lucas Vázquez, que salió después, cometió tres. Si el equipo presiona arriba, como quiere Zidane durante algunos momentos de los encuentros, lo normal es que sean los hombres de ataque los que sumen faltas, para evitar la salida del rival y para que no te cojan la espalda. Es el otro fútbol, el saber detener el ritmo contrario. En ese partido del la Champions, por ejemplo, el conjunto de Tuchel hizo 15 faltas, 12 de ellas fueron en campo del Real Madrid.

En La Liga, el jugador que más faltas suma es Mata, el delantero del Getafe; después Raúl García, del Athletic, Manu García y Fakir, del Betis, otro jugador de ataque, es el cuarto en esta clasificación. Si la falta la tiene que hacer un defensa cerca del área, es que ya hay problemas.Contra el Sevilla, la actitud de los delanteros de Zidane cambió. Sabían lo que se jugaban y que una derrota en el Sánchez Pizjuán podría dejar al equipo muy tocado. Las críticas al Real Madrid han sido muy duras y una maala imagen del PSG las habría acentuado. Pero los futbolistas sacaron el espíritu que les llevó a conquistar Europa no hace mucho. Todos entendieron que había que defender todos a una y a eso se pusieron.

El Sevilla acostumbraba a volar cuando recibía al Real Madrid, es una de las grandes citas de la temporada y en los últimos años, el equipo madrileño acababa desquiciado. Está vez, no se dejó. «Eden Hazard y Gareth Bale han ayudado defensivamente. Con eso le hemos creado dificultad para encontrar espacios. Tenemos que seguir esta línea porque esto es muy largo», explicaba Sergio Ramos. Entre James, Bale y Hazard sumaron 6 de las 15 faltas que hizo el conjunto blanco. Carvajal hizo cuatro y ningún otro futbolista pasó de una.También se pueden hacer faltas por desesperación o puede que no se hagan muchas porque el equipo tiene la pelota. Pero el Real Madrid tuvo menos posesión. Como sucedió en Vigo, el equipo puede presionar arriba o esperar atrás. Pero para eso necesita que todos los jugadores sean conscientes de que no pueden perder su posición ni dejar de perseguir al jugador que le gana la espalda. Contra el Sevilla sucedió. Y el Real Madrid ganó.