Eurobasket

España, otra matrícula de honor

La selección revalida su título de campeona de Europa ante Francia. Es su séptima medalla seguida. Nadie había ganado dos oros seguidos en los últimos 28 años

España, otra matrícula de honor
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España, campeona de Europa tras ganar a Francia (86-66)

España vuelve a ser campeona de Europa. La selección de Lucas Mondelo es el mejor colectivo en la historia del deporte femenino español. No hay un caso de excelencia grupal tan prolongada en la historia del nuestro deporte. Siete años seguidos ganando medallas en los Campeonatos de Europa, Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo. Desde 2013 el currículum de este grupo es admirable: oro en el Europeo de 2013; plata en el Mundial de 2014; bronce en el Europeo de 2015; plata en los Juegos de Río; oro en el Europeo de 2017; bronce en el Mundial de Tenerife y el oro de ayer en el Eurobasket de Riga Letonia. Y España volvió a subir a lo más alto ante su gran rival continental de los últimos años, Francia. Los cuatro oros continentales de España han llegada precisamente ante las galas: 63-53 en 1993; 70-69 en 2013; 71-55 en 2017 y 86-66 ayer. La grandeza de los éxitos de España le vincula con selecciones míticas. Desde hace 28 años ninguna selección era capaz de revalidar el título continental. La última que lo logró fue la Unión Soviética en 1991. Lo de la generación de oro del baloncesto femenino español es legendario.

España no sólo gana. El equipo de Lucas Mondelo juega al baloncesto de maravilla. Es una delicia ver jugar a la selección. Y para prueba el arranque de la final. Francia volvió a tener enfrente a su pesadilla. La selección es capaz de jugar el partido decisivo con la misma soltura que si estuviera en una pachanga en el barrio. Salió Marta Xargay y anotó tres triples en sus tres primeros lanzamientos. Echó a correr Laia Palau y, al borde los 40, una de las estampidas de la capitana selló la primera escapada de España (17-8). El equipo anotaba con suma facilidad y a Francia no le quedaba otra que recurrir a Gruda para intentar que la final no se escapara antes de tiempo. El primer cuarto de España fue inmejorable. No hubo un solo apartado del juego en que la selección flaqueara. Mondelo movió el banquillo. Aparecieron Silvia Domínguez y Cristina Ouvina y la soltura siguió dominando el juego del equipo. España anotó cinco de sus seis primeros lanzamientos de tres; Ndour colocó dos tapones; cuatro jugadores diferentes anotaron de tres; sólo hubo dos pérdidas; el banquillo aportó diez puntos... Todo fue perfecto y España mandaba con autoridad (32-21).

El juego de España es un monumento al trabajo colectivo. Y eso se traduce en una defensa asfixiante y en facilitar las canastas a las compañeras. En el arranque del segundo cuarto, la selección salía a asistencia por minuto. El promedio equivalía a una soltura en ataque que tenía a Francia martirizada. Valerie Garnier movía a sus piezas, escarbaba en el banquillo, pero era incapaz de dar con un quinteto que frenara la tormenta perfecta de España. Gruda era el único cabo suelto ante la avalancha de juego. La selección llegó a mandar por 17 puntos (46-29) después de dos cuartos mágicos.

Francia es después de España la mejor selección europea de los últimos diez años. Está en proceso de renovación, pero cuenta con media docena de jugadoras de primerísimo nivel. Los primeros 20 minutos de España convirtieron a las galas en una selección menor. Pareció hasta sencillo. Nada más lejos de la realidad. Las "bleus"fueron más agresivas en el arranque del tercer cuarto. No quedaba otra si querían entrar en la pelea por el oro. Volvieron a recurrir a Gruba por dentro y Hartley asumió todo el protagonismo exterior. Por uno momento, Francia se situó por debajo de los diez puntos de desventaja (52-44). Fue un espejismo. Reapareció Marta Xargay con siete puntos seguidos para convertir la amenaza en un simple amago. La diferencia se amplió hasta los 18 puntos (67-49, min 27) y a las francesas se les estaba empezando a terminar el tiempo. A la incapacidad de la remontada para las francesas se le empezaron a sumar todos los fantasmas de las finales precedentes entre ambas. Mientras en el quinteto y en el banquillo español todo eran sonrisas, Francia dejó de pelear mediado el último cuarto. Fue el reconocimiento al campeón. Un triple, el quinto, de Marta Xargay y una canasta imposible de Laia Palau permitieron a España agarrar su cuarto oro.

La selección culminó el campeonato perfecto con la final soñada. El último baile con las luces de la discoteca ya encendidas, que decía Lucas Mondelo, terminó con España como reina de la fiesta una vez más. Como sucedió hace dos años, ante la misma rival y con una exhibición similar. Francia acabó con la plata. España logró su cuarto oro europeo y la selección prolonga una racha histórico en el deporte femenino español.

86. España (32+18+20+16): Palau (12), Cruz (6), Xargay (23), Nicholls (6) y Ndour (4) -quinteto titular- Gil (9), Domínguez (12), Ouviña (9), Casas (2), Abalde (0), Pina (2) y Vilaró (0).

66. Francia (21+15+20+10): Epoupa (4), Johannes (7), Ayayi (7), Miyem (11) y Gruda (18) -quinteto titular- Hartley (17), Chartereau (0), Bankole (0), Chevaugeon (1), Badiane (0), Fauthoux (0) y Rupert (0).

Árbitros: Juras (Ser), Forsberg (Din) y Yalman (Tur). Eliminada Johannes,

Incidencias: 10.000 espectadores en el Belgrado Arena. Encuentro correspondiente a la final del Eurobasket de Letonia y Serbia