eSports
KPI se une al Día Mundial sin Juego del Azar
El club de esports fomenta la responsabilidad en los jóvenes promoviendo un juego responsable y equilibrado
Desde sus inicios, KPI Gaming, uno de los clubes profesionales de esports más importantes de nuestro país, se ha preocupado por el bienestar de sus jugadores y la promoción de un estilo de vida más equilibrado. El club valora la importancia de la salud mental, el descanso adecuado, la actividad física y el desarrollo personal fuera de los videojuegos. De esta forma, busca evitar los riesgos asociados con el exceso de juego y fomenta una mentalidad positiva y resiliente entre sus miembros.
Los videojuegos han experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años, impulsados por los numerosos avances tecnológicos, el acceso generalizado a Internet y el crecimiento de la industria del gaming. A medida que nos adentramos en la era digital, los videojuegos se han convertido en una forma de entretenimiento cada vez más extendida. Estos juegos ofrecen experiencias interactivas, mundos virtuales y desafíos emocionantes, atrayendo tanto a jóvenes como adultos. Sin embargo, la línea entre el uso recreativo y la adicción puede volverse difusa para algunas personas.
Hoy en día, las adicciones pueden estar relacionadas con distintas causas y motivaciones. Además, hay que recordar que no solo existen adicciones a sustancias, actualmente también existen las adicciones comportamentales, entre las cuales se pueden incluir: la adicción a los videojuegos.
Según el informe sobre adicciones comportamentales del Ministerio de Sanidad del año 2022, más de un 7,1 % de los estudiantes entre 14 a 18 años presenta un posible trastorno por uso de videojuegos, un porcentaje que es superior entre los chicos y con una prevalencia de juego que disminuye según avanza la edad. Concretamente, en relación con los eSports, el 48,6% de los y las estudiantes reconoce haber jugado y el 37,7% han sido espectadores/as mientras otros jugaban.
Por otro lado, el mismo informe indica que 6 de cada 10 adolescentes usan los videojuegos como principal canal de ocio y entretenimiento y más de un 50 % consume juegos no aptos para su edad. Además, un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud, ‘Consumir, crear, jugar. Panorámica del ocio digital de la juventud’, destaca que el 86,8% de los jóvenes españoles se reconoce como ‘gamer’, y de estos un 37,4% juega cada día, con un promedio de 4,3 horas diarias. Asimismo, además de jugar, los jóvenes también consumen videojuegos de muchas otras formas: leen noticias sobre ellos, ven reseñas, ven partidas y ven retransmisiones.
Conscientes de los desafíos que puede plantear un uso excesivo de los videojuegos, el Dr. Eugeni Bruguera, director y psiquiatra de Centre Médic BM de Barcelona y psiquiatra de la Fundación Relife, sostiene que “en los últimos años hay una preocupación creciente por el abuso de pantallas y videojuegos en menores. El uso de las redes sociales y los videojuegos se integran en nuestra vida con un inicio cada vez más precoz. Tampoco debemos olvidarnos del juego online. Ya en 2018 la Organización Mundial para la Salud (OMS) incluyó por primera vez en sus manuales el trastorno por videojuegos”.
No podemos entender el problema como una lucha contra las tecnologías pero si con el objetivo de conseguir un uso adecuado. Es por ello por lo que el Dr. Bruguera reconoce que esta práctica puede dar lugar a problemas significativos en la vida de una persona. Algunos jugadores pueden experimentar síntomas similares a los de otras adicciones, como la pérdida de control, la interferencia con las responsabilidades diarias, la disminución del rendimiento académico o laboral, el aislamiento social o cambios de comportamiento, entre otros.
Por ello, Bruguera nos da algunas recomendaciones cruciales para detectar y prevenir la adicción a las pantallas como “evitar su uso antes de los tres años, acompañar y supervisar en todo momento el uso que se hace de los dispositivos y, especialmente durante la adolescencia, guiar y educar en un uso responsable. Como padres, es importante que confiemos en nuestras capacidades para crear límites y al mismo tiempo ser capaces de estimular un pensamiento crítico sobre nuestros hijos”. La efectividad de estas pautas se centra en el desarrollo de habilidades de autorregulación, el fomento de actividades alternativas y saludables, así como en el fortalecimiento de los lazos familiares y sociales. En este sentido, “la comunicación es fundamental pero tampoco podemos descartar el pedir ayuda a personas expertas en el campo”, concluye Bruguera.
Por su parte, Eric Murillo, director de KPI Gaming está muy comprometido con el fomento del equilibrio entre el disfrute de los videojuegos y la atención a otros aspectos importantes de la vida, y para ello se enfocan en una serie de pautas que les ayudan a medir y evaluar el uso saludable de los videojuegos como: la importancia de establecer límites de tiempo para el juego, asegurando que los jugadores dediquen tiempo a otras actividades, como el ejercicio físico, el estudio, el trabajo y las relaciones sociales; el fomento del uso de videojuegos que promuevan el desarrollo de habilidades socioemocionales, como el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la empatía; o el acceso a recursos y apoyo a aquellos jugadores que necesiten ayuda para controlar su relación con los videojuegos.
Murillo, añade que: “Desde KPI Gaming nos unimos a la comunidad global para promover un enfoque responsable y saludable hacia el uso de los videojuegos y los esports. Invitamos a los jugadores, las familias, las empresas de la industria del gaming y los profesionales de la salud mental a unirse a nuestro compromiso y trabajar juntos para entender los riesgos asociados a su uso excesivo y garantizar así que los videojuegos sean disfrutados de manera segura y equilibrada”.
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