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El Madrid dará ejemplo después de las sanciones de la Euroliga

El Juez Disciplinario Independiente sanciona con cinco partidos a Yabusele. Punter fue castigado con dos y Deck y Lessort, con uno

Rudy y Obradovic abandonaron abrazados el WiZink Center
Rudy y Obradovic abandonaron abrazados el WiZink Center Juan Carlos Hidalgo EFE

La Euroliga ha sido benévola y el Madrid ha decidido dar ejemplo. El Juez Disciplinario Independiente de la competición ha impuesto cinco partidos de suspensión al ala-pívot del Real Madrid Guerschon Yabusele y dos al escolta del Partizán Kevin Punter, por los graves incidentes ocurridos en el segundo encuentro de la serie de cuartos. El madridista Gabriel Deck también fue sancionado con un partido, igual que el pívot del Partizán Matthias Lessort. Ambos clubes han sido multados con 50.000 euros cada uno por conducta antideportiva.

¿Y esto qué significa? La Euroliga ha estado muy lejos de ensañarse con los protagonistas de los lamentables incidentes vividos en el WiZink Center. Los cuatro jugadores que asumieron buena parte del protagonismo han salido poco menos que indemnes. Yabusele podía haber sido castigado con hasta cuatro años de suspensión y «simplemente» se despedirá del torneo hasta la próxima temporada. Punter podría regresar en un hipotético quinto partido o ya en la Final Four y tanto Deck como Lessort regresarían en un hipotético cuarto partido.

¿Y qué piensa el Real Madrid? En el club hay una doble sensación. Está la inquietud por las imágenes que han dado la vuelta al mundo y en la sección se ve con preocupación la imagen que transmitió el equipo y que derivó en la multitudinaria pelea a 1:40 del final y con los serbios mandando por 15 puntos (80-95). Desde el club blanco no se va a dejar pasar la situación así como así y se van a adoptar medidas con aquellos que tuvieron una participación más activa en la batalla campal sin descartar incluso que sus días en el club blanco hayan llegado a su fin. Léase Yabusele. El Madrid tiene un código de régimen interno que no tolera alguna de las reacciones que se produjeron en la barriobajera refriega en el WiZink.

Aficionados, directivos, técnicos e incluso los propios jugadores están avergonzados por lo que sucedió en el tramo final del segundo partido. Chus Mateo y Rudy Fernández dieron una lección de saber estar y de templar los ánimos inmediatamente después de los incidentes y la derrota. Doce horas más tarde de lo sucedido fue el turno para el capitán. Sergio Llull, un jugador con el que ningún rival ha tenido jamás un problema, tuvo una reacción impropia de lo que ha sido y es su trayectoria deportiva. Fue el primero en asumir responsabilidades. «Lo de anoche no debe ocurrir nunca en una cancha de baloncesto. Asumo mi responsabilidad por hacer esa dura falta que desencadenó el desastre posterior. Mis disculpas a los aficionados al baloncesto», escribió en las redes sociales.

Luego llegó el turno de Yabusele. «Lamento profundamente mi comportamiento en el partido de anoche. El baloncesto es deportividad y amistad. Mis sinceras disculpas al Partizán, un club con el que siempre hemos tenido una gran relación, a Dante Exum y su familia, a mis compañeros y a todos los aficionados», escribió el ala-pívot francés en Instagram.

La expedición del Partizán llegó en la madrugada del viernes a Belgrado y fueron recibidos poco menos que como héroes por parte de aficionados y un numeroso grupo de ultras –los Grobari, «Sepultureros»- en el aeropuerto Nikola Tesla. Desde todos los estamentos del club serbio se están realizando llamamientos para que el partido del próximo martes se desarrolle por los cauces más normales posibles. «Las emociones están a flor de piel y entiendo lo que pasó», aseguró en Serbia Kevin Punter. No habrá un hueco libre en los 19.394 asientos del Stark Arena.