Fórmula Uno

A puñetazos: Fernando Alonso no puede más y estalla contra Alpine y Esteban Ocon

El piloto pidió permiso para adelantar a su compañero en el último Gran Premio de Canadá de F1 y se lo negaron. “Todo el mundo me adelantará”, aseguró en un momento de la carrera

Fernando Alonso, en el Gran Premio de Canadá
Fernando Alonso, en el Gran Premio de CanadáAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Fernando Alonso es un ganador, un animal competitivo y según avanza el Mundial de F1 de este año empieza a comprobar que Alpine no le ayuda en su ímpetu ganador, que el coche en vez de empujarle, le resta y que las oportunidades de hacer mejores puestos y sumar más puntos van pasando sin que se pueda seguir echando la culpa a la mala suerte. Son demasiados fallos, demasiadas carreras en las que el coche no ha estado a la altura de lo que se prometía.

“Estoy aquí para ser mejor que un sexto o séptimo y este fin de semana lo fuimos. Si no acabamos en el podio, o cuarto, es por un problema de fiabilidad en el coche ‘14′ y la mala suerte del coche de seguridad virtual. La suerte no depende de nosotros, pero con la fiabilidad lo tendremos que hacer mejor”, aseguraba Fernando Alonso después de la carrera, pero sus gestos mientras conducía y sus conversaciones por radio demuestran que por dentro le hierve la sangre y no hay solución en su equipo para eso.

Es desolador ver cómo pierde tiempo y no puede hacer nada: “Todo el mundo me adelantará”, le dijo a su ingeniero en la última carrera.

Una de las imágenes del último Gran Premio es Fernando Alonso pegando puñetazos al volante de su coche, rabioso porque no ha dado más de lo que se esperaba. “Tuvimos un problema de motor en la vuelta 20, nos cortaba la energía en la salida de las curvas, intentamos arreglarlo pero no funcionó. Afortunadamente no retiramos el coche y sumamos puntos. Hasta ese momento, luchábamos por el podio. Me sentía fuerte en comparación con Hamilton, no teníamos el ritmo de Verstappen y Sainz pero podía controlar a Hamilton y los Mercedes”, decía después el piloto, que se veía cerca y mejor que los mejores, pero que después no pudo pelear con ellos, como le está pasando durante todas las carreras que se han disputado hasta ahora.

El problema es que puede empezar a haber desconfianza entre el piloto español y el resto del equipos. Se ha desvelado una conversación de radio entre Alonso y un ingeniero, tras tener que parar para cambiar neumáticos. Le dice que pare y Fernando Alonso le contesta que se va a perder mucho tiempo, que se lo piense. Cuando entra y cambia los neumáticos, al salir, es séptimo, como le explica el ingeniero. Es entonces cuando Fernando Alonso suelta: “Increíble, increíble”.

El sexto era Ocon y Alonso pidió entonces permiso para atacar a su compañero. Se lo negaron: “No podíamos cambiar el orden porque entonces hubiéramos sido realmente vulnerables. Así que esto fue lo correcto. Esteban se contuvo para permitir que Alonso tuviera DRS, podría haberse ido, pero eso no es bueno para el equipo”, aseguró Otmar Szafnauer, jefe de Alpine.

Alonso lo respetó, pero no está claro que lo entienda. Ahora mismo, su compañero está por delante de Fernando Alonso en puntos, pero el español considera que podía haber sumado más: “Mi coche volaba este fin de semana, tenía un segundo de déficit en las rectas y aun así era más rápido, es increíble terminar séptimo. Al final de la carrera estoy frustrado. Perdimos una buena oportunidad”