Guerra con la FIA
Hamilton amenaza de nuevo con dejar la fórmula 1 y este es el motivo
Un cambio de norma de la FIA ha hecho estallar al piloto: “Prefiero no correr más”
El piloto Lewis Hamilton sigue con su particular guerra contra la FIA. La temporada pasada, el británico ya dejó claro su nuevo rol en la Fórmula Uno que va mucho más allá de los títulos. “No quiero ser solo un piloto de carreras” afirmaba entonces. Ahora, tras un año marcado por los contantes enfrentamientos con el organismo rector de la Fórmula 1, Lewis Hamilton ha roto su silencio y se ha pronunciado sobre la nueva ley de la F1 que restringe las protestas de los corredores sobre temas políticos y sociales. El piloto británico ha sido la imagen visible en las protestas contra el racismo, y esta nueva ley le corta las alas. El de Mercedes se ha hartado y ha dejado claro que si no puede aprovechar su figura y el alcance mediático que tiene la competición para alzar la voz contra las causas injustas, «prefiero no correr más».
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) revisaba el pasado mes de noviembre su código deportivo, modificando su artículo 12.2.1, según el cual ahora se les prohíbe a los pilotos hacer «declaraciones políticas, religiosas y personales» sin la autorización previa del organismo.
Hamilton no ha tardado en arremeter contra la F1 por esta nueva norma. En una entrevista en el New York Times, el piloto de Mercedes ha dejado muy clara su postura amenazando con no volver a correr si no le dejan expresarse con libertad: «Si no puedo defender los derechos humanos y no puedo continuar con lo que he estado haciendo estos años, prefiero no correr más».
“Me siento empoderado para ponerme de pie y hablar abiertamente sobre cualquier tema. Independientemente del resultado, sé que siempre hay que decir y hacer cosas, porque mucha gente está sufriendo”, concluye el siete veces campeón del mundo.
La polémica norma
Y es que partir de la próxima temporada, los pilotos infringirían el reglamento si hacen o muestran «declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que infrinjan de forma notable el principio general de neutralidad» de la FIA.
Estarán exentos de esta regla si cuentan «con la aprobación previa por escrito de la FIA para las competiciones internacionales», mientras que de las pruebas nacionales se encargarán de aplicar la norma las diferentes federaciones de dicho territorio.
En el 2020, el británico Lewis Hamilton mostró una camiseta en el Gran Premio de la Toscana, en Mugello, con el texto «Arresten a los policías que mataron a Breonna Taylor». El mensaje era en apoyo de la técnico médico negra que fue asesinada a tiros por la policía en Kentucky, y que se ha convertido en un punto central en las campañas contra el racismo en EE UU. Este gesto no gustó nada a la FIA que investigó el incidente: Finalmente, el británico no sería sancionado y advertía que lo volvería a hacer.
Mientras que en el 2021, así como en múltiples ocasiones, el alemán, ya retirado, Sebastian Vettel simpatizó con el movimiento LGTBI con una prenda con los colores arcoíris. El expiloto también, durante el Gran Premio de Canadá del 2022, lució en su casco una inscripción que reclamaba el fin de la explotación de las arenas bituminosas en el país norteamericano. Estos actos podrían ser objeto de sanción según la actualización del código de la FIA.
El piloto británico ya mantuvo una dura batalla la pasada temporada con la FIA por la prohibición de usar relojes o joyas, incluídos los piercings, durante la competición. “No tengo planes de quitarlos. Son cosas personales. Deberías poder ser quien eres. Hay cosas que no puedo mover. Literalmente, ni siquiera puedo quitármelos. Estos en mi oreja derecha están soldados, así que tendría que cortármela. Se quedarán”, dijo Hamilton retando al organismo rector.
Este año, parece que la guerra continuará.
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