Fútbol

No funciona nada en el Manchester (desastre) United

Los de Ten Hag prolongan su caída libre con un adiós a Europa sonrojante para un club que se ha ido empequeñeciendo sin Alex Ferguson

Manchester (United Kingdom), 12/12/2023.- Manchester United manager Erik ten Hag (R) shakes hands with Bayern Munich head coach Thomas Tuchel after the UEFA Champions League group match between Manchester United and FC Bayern Munich, in Manchester, Britain, 12 December 2023. Manchester United lost 0-1. (Liga de Campeones, Reino Unido) EFE/EPA/ADAM VAUGHAN
Ten Hag y Tuchel se saludan tras el United-BayernADAM VAUGHANAgencia EFE

Marcó el Copenhague el 1-0 en su partido ante el Galatasaray y poco después, en Old Trafford, Coman aprovechaba una asistencia de Harry Kane para marcar el tanto del triunfo del Bayern que certificaba, por si no estuviera ya suficientemente claro, que el Manchester United iba a ser último y se iba a quedar fuera, no solo de la Champions, también de la Liga Europa. Último clasificado en un grupo que no era para nada el de la muerte, todo lo contrario, con el Copenhague y el Galatasaray como claros candidatos a cerrar la clasificación con los dos clubes grandes por delante.

Pero resulta que los de Ten Hag no son tan grandes como creen ahora mismo, o como se puede pensar echando la vista atrás. Y ese es el problema, que cada vez hay que mirar más lejos en el pasado para encontrar a un United poderoso, al que temían los rivales y que asustaba cuando jugaba en Old Trafford. Hay en Twitter un vídeo de tres minutos, de cuando Mourinho era el técnico de los «red devils», que resulta demoledor, porque ponía en valor lo que estaba consiguiendo tirando de datos y ya entonces 2016-2018, el pasado glorioso del United empezaba a resultar lejano. Su última final de la Champions la disputó en 2011, perdiendo contra el Barcelona, y no gana una Liga de Campeones desde 2008.

«No hemos quedado eliminados por la derrota ante el Bayern, eso está claro. Hemos tenido algunas buenas actuaciones, pero también hemos cometido muchos errores», decía Ten Hag después de quedar fuera de todo. «Errores individuales de varios jugadores que al final nos han condenado estos meses. Hoy el partido ha sido bueno por nuestra parte, muy bueno incluso y no creo que no merecimos perder», continuaba un técnico cada vez más cuestionado cuando se suponía que sería el definitivo. Su United ha ganado un partido de seis, por la mínima al Copenhague y con un penalti parado por Onana al final. Una victoria agónica, un empate después de ir ganando al Galatasaray y cuatro derrotas con 15 goles en contra que le colocan en el grupo de los equipos más goleados. Y no solo eso, es que también está arriba del todo en la lista de conjuntos con más balones perdidos en esta Champions, con 165.

Todo mal, porque nada funciona en un equipo que sigue alargando la lista de entrenadores tras el adiós de Sir Alex Ferguson. Después del mito han estado en el banquillo David Moyes, Van Gaal, José Mourinho, Solskjaer, Ralf Rangnick y Erik ten Hag. Además Giggs y Carrick, dos mitos del club, ejercieron en algún momento de interinos. Precisamente ese cartel tenía Ole Gunnar Solskjaer, el hombre del gol milagroso que les dio el título de la Champions en el Camp Nou ante el Bayern, precisamente, en 1999. El noruego llegó en diciembre de 2018 después del despido de Mourinho, como un recurso temporal, pero los resultados empezaron a salir y terminó firmando una prolongación que acabó en noviembre de 2021 sin ningún título.

La última copa levantada ha sido la Carabao Cup, ya con Ten Hag y Casemiro, que era el primer éxito desde 2017 y parecía el fin de la mala racha. Pero la caída sigue con una plantilla carísima en la que cada jugador que llega baja su rendimiento. Es un conglomerado de buenos futbolistas, que se supone que están a muerte con su entrenador, pero que ofrecen un nivel bastante alejado de lo que se espera.

Varane ha pasado a ser uno de los últimos centrales y Onana, muy seguro en el Ajax, ya permite que los aficionados le hagan burla pidiendo que vuelva De Gea. En Inglaterra se hace sangre recordando que el grupo era asequible y que el de la muerte era el del Newcastle y no el de estos «diablos rojos» a los que su historia, lejana, no reconoce.