Málaga C.F.

1-2. Los errores castigan a un Málaga nervioso ante un gran Alavés

El gol de Juankar no fue suficiente ante los de Feddal y Edgar

El defensa del Alavés, Carlos Vigaray, se lleva el balón ante el centrocampista del Málaga, Javi Ontiveros
El defensa del Alavés, Carlos Vigaray, se lleva el balón ante el centrocampista del Málaga, Javi Ontiveroslarazon

Dos fallos defensivos graves sentenciaron a un débil y nervioso Málaga ante un Alavés bien plantado y que sabe a lo que juega. Míchel no pudo debutar con victoria.

Dos fallos defensivos graves sentenciaron a un débil y nervioso Málaga ante un Alavés bien plantado y que sabe a lo que juega. Míchel no pudo debutar con victoria.

Ansiedad. Ansiedad y necesidad se dan la mano cuando hablamos del Málaga. El cambio en el banquillo -Míchel por Romero- fue una noticia esperada porque el equipo estaba bloqueado y no daba para mucho más. La llegada del técnico madrileño llenó de emoción a los aficionados, que apoyaron y llevaron en volandas a su equipo en los minutos iniciales. Sin embargo, enfrente estaba un Alavés muy bien plantado y con un plan estudiado para rebajar las acometidas del conjunto local. Pellegrino, a pesar de las ausencias de Theo Hernández y Alexis, plantó a su equipo en el terreno de juego con astucia. Dejó hacer en los primeros instantes conocedor de los problemas locales para llegar al área y, sobre todo, para marcar. Esperó para adelantar líneas, a base de balones parados, y así poder coger a su rival por la espalda y en una contra marcar un gol que le pudiera dar los puntos. Su plan estaba funcionando, aunque no había llegado al área de Kameni con peligro.

Sin embargo, enfilados los últimos minutos de la primera mitad, un balón mal cedido casi desde el centro del campo por Demichelis no pudo ser controlado por Kameni y terminó en córner. Tras el lanzamiento, error defensivo, jugadores sin marca y Feddal, con tranquilidad, batía a Kameni. Un disparo a puerta, un gol salido de la nada. Más no se puede pedir. Hasta el descanso, nada de nada. Antes había perdonado el Málaga, con ocasiones poco claras, es verdad. Lo intentó José Rodríguez desde el borde del área pero respondió Pacheco con tranquilidad; después fue el turno de Charles y de Camacho, si bien el meta alavesista respondió muy bien. La última fue un cabezazo muy suave y centrado de Torres que terminó pausadamente en las manos del guardameta. Impotencia locales, nervios, primeros silbidos de la afición y a los vestuarios con los problemas de siempre y por debajo en el marcador.

La ‘bronca’ de Míchel en el descanso y el repliegue del Alavés permitieron al Málaga poner cerco al área visitante creando algunas ocasiones de peligro, bien por medio de Charles -fuera- o la más clara, un disparo de Sandro al poste. Estaba claro que hoy tampoco era el día y la fortuna, la última esperanza, tampoco acompañaba. Antes se había quedado en el banquillo un desafortunado Keko, suplido por el joven Ontiveros, que al menos lo intentó por la banda. Con el paso de los minutos el dominio local era más elevado, con Juankar, recién ingresado en el campo, doblando por la banda izquierda. Así llegó el gol, a falta de veinte minutos, cuando el lateral realizó una bonita pared con José Rodríguez y delante de Pacheco le batió con facilidad. Como era previsible, el gol dio alas y metió al conjunto victoriano aún más atrás, sobre todo cuando a falta de un cuarto de hora Feddal vio la asegunda amarilla y dejó a su equipo con diez. Ya con En-Nesyri en el campo y Míchel quemando las naves, el Málaga lo buscó con más corazón que cabeza. Pero como en este equipo y en este club la inercia actual es más que negativa, una contra alavesista mal defendida, con errores en cadena de varios jugadores y de Kameni -que pide un ‘banquillazo’ a gritos- terminó con el gol de Edgar y con las esperanzas locales.

Mazazo para el Málaga y sobre todo para Míchel, que casi siempre pierde en sus primeros encuentros en el banquillo y en esta ocasión no ha sido menos. Tiene mucho trabajo por delante porque el equipo no juega a nada, le cuesta crear fútbol, y su ansiedad e impotencia le llevan a cometer errores infantiles que le penalizan porque, además, le cuesta un mundo hacer un gol. En definitiva, Míchel tiene mucha tarea. Por su parte, el Alavés demostró ser un equipo de enorme nivel, muy bien colocado y trabajado, justo lo contrario a su rival. Quizá se llevó un premio demasiado elevado por sus méritos -dos tiros a puerta y dos goles- pero su temporada es una delicia.

1 - Málaga: Kameni; Rosales, Demichelis, Luis Hernández, Torres (Juankar, min. 58); Keko (Ontiveros, min. 46), Camacho, José Rodríguez, Chory Castro; Sandro (En-Nesyri, min. 75) y Charles.

2 - Alavés: Pacheco; Kiko Femenía, Laguardia, Feddal, Raúl García (Vigaray, min. 69); Toquero (Edgar Méndez, min. 61), Marcos Llorente, Manu García, Camarasa; Ibai Gómez (Ely, min. 73) y Deyverson.

Goles: 0-1, min. 38: Feddal. 1-1, min. 70: Juankar. 1-2, min. 91: Edgar Méndez.

Árbitro: Undiano Mallenco, C. Navarro. Bien. Mostró tarjetas amarillas a Camacho y Demichelis del Málaga y a Deyverson del Alavés. Expulsó a Feddal en el minuto 71 por dos tarjetas amarillas.

Incidencias: Buena entrada en La Rosaleda, unos 27.000 espectadores en una tarde muy calurosa.