"Caso Alves"

Sentencia de Dani Alves: así se urdió el plan secreto de los Mossos para "cazar" al futbolista

Mantener en secreto la gravedad de las acusaciones y un trágico golpe de suerte fue clave para su detención.

Dani Alves
Un año de la detención de Dani AlvesArchivo/Twitter

La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de prisión al futbolista Dani Alves por agredir sexualmente a una joven en un lavabo de la discoteca Sutton el 30 de diciembre de 2022. Una pena que empiewza a contar desde el mimso dia en que pisó el centro penitenciario de Brians 2 gracias a minuciosa investigación y al hermetismo de los Mossos.

El ex futbolista del Barcelona Dani Alves, ingresaba en prisión provisional sin fianza el 20 de enero de 2023 tras declarar ante el juez. La joven, que compareció antes que el jugador, aseguró que la abofeteó, la encerró en el baño de la zona VIP de la discoteca Sutton de Barcelona y la violó. El brasileño por su parte cambió tres veces su versión. Empezó asegurando que no conocía a la chica, luego reconoció que sí, y finalmente también dijo que mantuvieron relaciones sexuales de manera consentida. Sus contradicciones y el riesgo de fuga llevaron la jueza a decretar prisión provisional sin fianza.

Desde la misma noche de la presunta violación, vídeos, restos biológicos, testimonios se acumularon en la mesa de los investigadores que decidieron poner en marcha un plan que evitara que el futbolista eludiera sus responsabilidades penales no regresando a España y refugiándose en su país con el que no hay tratado de extradición.

¿Cómo se urdió el plan para lograr que Dani Alves se presentara voluntariamente ante la Justicia?

Los hechos ocurrieron la madrugada del 30 de diciembre de 2022 y el futbolista brasileño abandonó España entre el 1 y el 2 de enero, fecha en la que la víctima presentó formalmente las pruebas ante los Mossos. En esa comparecencia, donde la chica renunció a acudir con su abogada, la joven dejó en custodia a los agentes tanto el parte de lesiones como la ropa que llevaba esa misma noche. De forma paralela, Alves volaba camino a México.

Un plan arriesgado

A partir de ese momento, según adelantó en su día el diario Nius,la investigación quedó blindada, ante el riesgo de que Alves conociera el grueso de las pruebas en su contra y se negase a pisar de nuevo suelo español para no ser detenido. De hecho, al futbolista se le habló de “tocamientos inadecuados” en ningún caso de violación a pesar de que los investigadores de la Unidad de Agresiones Sexuales (UCAS) de la policía autonómica catalana ya contaban con la declaración de la víctima, de sus acompañantes, de los guardias de seguridad del local, de informe médico del Hospital Clinic y hasta con un mensaje de un amigo de Alves que contactó con las chicas a través de Instagram para ofrecerles su ayuda.

Durante la primera semana de enero, el convencimiento de que la chica no mentía se fue afianzando. Las cámaras de la sala Sutton confirmaban cada uno de los extremos de la declaración de la víctima. Y, lo más importante, todos los testigos que pasaron esos días por la comisaría ratificaron al 100% su versión.

La consigna era aparentar que no daban credibilidad a la joven

En este caso, había un detalle que tranquilizaba a los investigadores: la familia del deportista residía todavía en España, por lo que parecía evidente que volvería a pisar suelo español si no tenía conocimiento de la gravedad de las acusaciones. El mismo día que salía de España, Alves anunciaba en sus redes sociales su regreso a México para jugar con Los Pumas. A partir de ahí, y aunque había salido algún dato sobre los hechos, se decretó el secretismo absoluto para no levantar sospechas por parte del jugador, que era seguido muy de cerca por los Mossos. Se acordó así filtrar que en efecto había una denuncia contra Dani Alves por unos supuestos tocamientos por debajo de la falda a una chica, pero nada más. La consigna era dar a entender que los agentes no daban mucha credibilidad a la joven.

Era un plan arriesgado pero, lo cierto, es que Alves entró al trapo y el 5 de enero, el propio Alves, en un vídeo remitido a Antena 3 lo desmentía todo: ni había coincidido con la mujer ni la conocía. Nada de Nada.

La muerte de su suegra, una baza a favor de los agentes

Y mientras, la Policía estudiaba cual sería la mejor forma para traerlo a España. Sabían que la extradicción era una vía cerrada por la propia constitución brasileña así que solo tendrían que esperar un viaje a nuestro país por cualquier otro motivo. Y entonces fue cuando un desgracia personal precipitaba los acontecimientos y jugaba a favor de los Mossos. El futbolista volaba a España por motivos personales: el delicado estado de salud de su suegra. Fue entonces, cuando los agentes le pidieron que por protocolo debía personarse ante las autoridades para prestar declaración y la defensa del jugador pactó que el trámite fuera en privado, en lugar de que los agentes se presentaran en su vivienda.

Su suegra falleció el viernes 13 de enero y el jugador recibió permiso de su club para viajar a nuestro país. Se pusieron en contacto con Alves para que citarlo en comisaría el viernes 20 para lo que parecía iba a ser un mero trámite. A partir de aquí todo se derrumbó para el futbolista brasileño. La contundente versión de la víctima contrastaba con la declaración del futbolista que ofreció hasta tres versiones diferentes. empezó asegurando que no conocía a la chica, luego reconoció que sí, y finalmente también dijo que mantuvieron relaciones sexuales de manera consentida. Sus contradicciones y el riesgo de fuga llevaron la jueza a decretar prisión provisional sin fianza.

¿Engañaron los Mossos a Alves? Puede que sí pero lograron su objetivo: evitar un nuevo caso Robinho. El futbolista, hoy retirado, fue condenadopor violación en tres instancias judiciales en Italiay, a pesar de ello, vive libremente en Brasil.

Alves, por contra, deberá cumplir la pena de cuatro años y medio que le ha sido notificada en la Audiencia de Barcelona aunque ya ha anunciado que presentará recurso.