El Atlético más triste en Europa

Antoine Griezmann está en camino de convertirse en el futbolista que fue para el Atlético de Madrid. Le costó entrar –había comenzado la temporada con el Barcelona– y ahora ya se ha convertido en el segundo máximo goleador del equipo por detrás de Luis Suárez.

Griezmann ha marcado cinco goles y el primero llegó en el partido de ida en Milán, cuando el Atlético dio la vuelta a un encuentro que se le había complicado en los primeros minutos. A partir de ese gol Griezmann creció y a él se agarra Simeone para mejorar el rendimiento del Atlético en la Liga de Campeones.

El francés estuvo a punto de perderse el partido después de su polémica expulsión contra el Liverpool. Una patada sin querer le valió dos partidos de sanción, aunque la UEFA rectificó el segundo y eso le permite enfrentarse al Milan en un partido decisivo para el futuro rojiblanco en la Liga de Campeones.

El Atlético suma sólo cuatro goles y cuatro puntos en los cuatro partidos disputados. Una suma que no le permite sentirse seguro de avanzar hacia la siguiente ronda. Tres puntos y dos goles llegaron en el choque de ida en San Siro, con el camino allanado por la expulsión de Kessie a la media hora.

Todo lo demás ha sido sufrimiento para los rojiblancos, desde el empate inicial contra el Oporto en el Metropolitano a las dos derrotas contra el Liverpool. Al Atlético le cuesta encontrar el gol y tiene, además, la baja de Joao Félix, una complicación más que añadir. Pero le cuesta aún más mantener su portería a cero. Una rareza desde que Simeone se sienta en el banquillo. Por primera vez suma más goles encajados que partidos y el Cholo no ha encontrado la solución en la defensa de cinco con la que ganó la Liga la temporada pasada ni en la defensa de cuatro.

Son seis los goles que ha recibido Oblak en la Liga de Campeones. Una tendencia que se confirma en la Liga, donde encaja un tanto por partido. Una inercia que queda muy lejos de los números habituales del portero esloveno.

Simeone pretende poner solución a todo eso para seguir progresando en la Liga de Campeones. Una competición que ya no le quiere como al principio.