Copa del Rey

El Barcelona también sufre para derrotar al Barbastro (2-3)

Pese a las ganas con las que salió al campo, no cierra el partido y se condena a un final sufrido contra un rival de Segunda Federación que llegó a soñar con hacer algo grande. Los de Xavi se meten en octavos de Copa

El partido del Barcelona contra el Barbastro lo empezó ganando Xavi por la actitud con la que salieron sus futbolistas al campo, pero terminó con un sabor de boca agridulce, malo incluso, desconcertante, porque pese a esas ganas no cerró el partido cuando pudo, cuando se sucedían las ocasiones, y se condenó a un rato de sufrimiento innecesario en la segunda parte, para terminar ganando por 2-3 (puede ver aquí la ficha y el minuto a minuto), otra vez por la mínima.

Al técnico parece que se le ha acabado la paciencia y la alineación que mostró ante un equipo de Segunda Federación fue una declaración de intenciones. No estaban futbolistas veteranos con mucha carga de partidos, como Gündogan y Lewandowski (aunque entraron en la segunda parte), pero sí había un puñado de futbolistas de los que van a estar en las grandes batallas: De Jong, Araujo, Joao Félix, Ferran Torres... Quería lanzar un mensaje de que la Copa es una competición que le importa y los futbolistas parecieron entenderlo. Desde el primer momento salió el Barcelona a morder a su rival. Las experiencias de situaciones parecidas los últimos años eran una señal, siempre se clasificó el Barça, pero sufriendo, en prórrogas, y no quería que la historia se repitiera. No lo hizo, pero no estuvo tan lejos.

Además, tampoco está el conjunto azulgrana para bromas después de estar protagonizando una Liga con muchos altibajos y muchas desconexiones, de ahí que duelos como el del Barbastro tomen una dimensión mayor. Lo entendieron los futbolistas, implicadísimos desde el arranque para presionar y convertir la primera mitad en un monólogo. El Barbastro apenas logró pasar al campo rival y se dedicó a defenderse como pudo, con orgullo y mucho sudor. No le duraba la pelota en su poder. La recuperaba Oriol Romeu, Fermín, De Jong... El neerlandés protagonizó algunas conducciones en las que recorrió medio campo y dejaba atrás a medio equipo rival.

El Barça no tiene puntería

Las oportunidades empezaron a sucederse: Ferran, Joao Félix, Raphinha... Sólo la falta de puntería y las intervenciones del portero Fábregas dejaban el marcador a cero, hasta que Fermín no perdonó. La jugada empezó por la derecha, donde Raphinha se dejó el alma. Es uno de los futbolistas que está bajo la lupa por sus últimas actuaciones y espabiló. Por ahí encontró un hueco por el que entró una y otra vez. Al final encontró el gol, al comienzo de la segunda mitad, después de un pase de Héctor Fort. El canterano actuó de lateral izquierdo (Balde fue baja finalmente por enfermedad, Marcos Alonso está lesionado) y era el único elemento extraño, pero tuvo una buena actuación.

Este segundo tanto podía ser el punto y final, pero al revés, fue el comienzo de un nuevo encuentro. Ya lo había hecho antes, cuando Gonpi remató por primera vez a portería. Poco a poco se fue desconectando del partido el Barça y se animó el Barbastro, que ya tenía en el campo a Soule. El tanto de De Mesa convenció todavía más al conjunto local.

Fue en un córner que regaló Joao Félix, quizá el que menos entendió que el partido iba en serio. Jugó mal y estuvo protestón. Lo que en la primera parte fue un monólogo, se convirtió en en un duelo con dos equipos con opciones. Presionó el equipo aragonés más arriba y entraron las dudas atrás, donde Araujo tuvo algún despiste, pero también alguna buena jugada de anticipación. Entraron Lewandowski y Gündogan y el turco regaló otro córner. Gonpi tuvo el segundo de cabeza, el partido se enredó, con muchas faltas, con la grada cada vez metiendo más presión y gritando el famoso "Sí, se puede". Iñigo Martínez reapareció... Y se volvió a lesionar a los once minutos. El Barcelona seguía desperdiciando oportunidades: entró Vitor Roque y no hizo ruido, falló Ferran Torres una clara, Lewandowski no se enteraba. El polaco sí transformó con frialdad un penalti a falta de tres minutos... Pero tampoco eso fue suficiente porque hubo otra pena máxima en el otro área que aprovechó Prat. Acabó de los nervios la noche el Barça, con Óscar Hernández, el segundo técnico, expulsado. Un caos en un equipo que no espanta los fantasmas.