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Fútbol

Cristóbal Soria no falla en la despedida de Modric: acaba con tres signos de exclamación

El colaborador de El Chiringuito, que odia al Real Madrid, también ha escrito sobre el adiós del futbolista

Luka Modric se va del Real Madrid ISABEL INFANTESEFE

El fútbol se despidió de un símbolo y lo hizo con la emoción que solo despiertan los jugadores irrepetibles. Luka Modric anunció su adiós al Real Madrid, y aunque él escribió que “todo tiene un principio y un final”, el eco de su huella parece resistirse a cerrarse. Fue el propio croata quien quiso adelantarse a los homenajes con una carta sentida, cerrando con un mensaje que ya es parte del corazón del madridismo: “Siempre seré madridista. Nos volveremos a ver.”

Pero si algo ha demostrado la despedida de Modric es que su figura traspasó los límites del césped. Las reacciones que desató su adiós construyen un retrato coral de respeto, cariño y admiración. Compañeros, leyendas, rivales y hasta deportistas de otras disciplinas se unieron para darle las gracias a quien fue, durante trece años, mucho más que un centrocampista.

"Papá", de Rodrygo

Rodrygo no se anduvo con rodeos y le escribió con una palabra que no necesita explicación: “Papá”. Lo acompañó con una confesión íntima: “Es difícil poner en palabras todo lo que significas para mí. Aprendí contigo dentro y fuera del campo". Más que una despedida, fue una declaración de amor futbolístico.

Vinicius, más directo, lo llamó “leyenda”. Bellingham, con respeto británico, le agradeció “todo lo realizado” y en español le aseguró que le iba a "extrañar". Brahim, con una mezcla de afecto y reverencia, lo bautizó como “maestro por siempre”. Incluso Toni Kroos, siempre sobrio, respondió con corazones: lo esencial cuando las palabras sobran.

Desde fuera del fútbol, también llegaron homenajes. Sergio Llull, capitán del Real Madrid de baloncesto, resumió su sentir con un grito emocionado: “¡CAPITÁN en mayúsculas!” Y no fue una exageración.

El cariño de Isco

Isco, ahora en el Betis, dejó uno de los mensajes más sentidos: “Que te quiera todo el mundo es lo más difícil y tú lo has conseguido con tu fútbol y tu forma de ser.” No habló del palmarés, que es descomunal sino del carácter invisible que define a los grandes: la forma de estar, de liderar, de conectar.

Tampoco faltó el mensaje de Álvaro Arbeloa, quien ahora mira hacia el banquillo del Castilla: “Te despides del Real Madrid, pero ya formas parte de nuestro escudo.” No se trató solo de despedir a un jugador, sino de reconocer a un símbolo que ya es patrimonio emocional del club.

Las redes, a menudo frías y veloces, se detuvieron unos segundos para acompañar la marcha del ‘10’. Imágenes, vídeos, frases, emojis, corazones. Todo servía para decir lo mismo: gracias. Porque como escribió Modric en su carta: “Me voy con el corazón lleno.” Y lo cierto es que deja vacío el de muchos.

Hasta el de Cristóbal Soria, furibundo anti madridista en el El Chiringuito y que también escribió del adiós del croata.

"Con tíos como Luka Modric no hay colores y estamos todos de acuerdo en que se va todo un caballero y una leyenda de nuestro fútbol…!!!", escribió

En tiempos donde la idolatría dura un par de temporadas y los vínculos se diluyen con cada ventana de mercado, la figura de Modric brilla por su rareza. Se va un campeón, sí. Pero sobre todo se despide un hombre que supo ganarse el respeto y el afecto de todos. Un futbolista eterno, uno de los nuestros.