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Real Madrid-Melilla: Isco y Asensio aprovechan la Copa

Ambos piden más minutos a Solari en la goleada del Real Madrid al Melilla (6-1). Mariano se fue antes de tiempo lesionado

Los jugadores del Real Madrid celebran uno de los goles ante el Melilla. (Foto: Jesús G. Feria)
Los jugadores del Real Madrid celebran uno de los goles ante el Melilla. (Foto: Jesús G. Feria)larazon

Solari quedó muy satisfecho con lo que vio ayer en el Bernabéu. Estos partidos ante un rival inferior y con la eliminatoria resuelta no tienen importancia para la mayoría, pero pueden decisivos para los que les toca jugarlos. Si te dejas llevar pensando que es un día de trámite puedes quedar marcado para lo que viene, mientras que si aprovechas los minutos, tu valor se multiplica. Asensio optó por la segunda opción y se bebió una buena dosis de confianza en la vuelta de Copa ante el Melilla. En diez minutos, el centrocampista puso patas arriba el encuentro y de paso mostró una recuperación que va a ser muy bienvenida por parte del entrenador. El mallorquín lleva unos meses muy pálido, sin alegría. Impensable en un futbolista muy joven llamado a ser una estrella en el Real Madrid. Ya ha pasado por el banquillo por culpa del bajo rendimiento y frente al Melilla no tuvo descanso, sino que formó parte del grupo de chicos que tenían la opción de exhibirse en un partido de entreguerras.

No desaprovechó la oportunidad Asensio, que marcó dos buenos goles y dio la asistencia del tercero en la recta final hacia el descanso. El tercer tanto fue de Javi Sánchez tras meter la punta de la bota y desviar una parábola magnífica de, cómo no, Marco Asensio. Sólo el intermedio detuvo el recital del mallorquín, que fue el primero en encontrar la puntería.

Toda la que le faltó a Vinicius, que tiene la facultad de hacer que el madridismo no pestañee cuando coge la pelota. Empezó por la izquierda y también hizo una excursión a la derecha («les dejo libertad para que lo hagan», confirmó Solari). Desde su costado bueno nació el segundo tanto. Se paró en seco para arrancar de nuevo y dejar sentado a su defensor. Dentro del área levantó la cabeza y la puso donde había espacio y un compañero libre. Fue su mejor acción porque un par de remates se le fueron fuera por poco y otro se encontró con la manopla del guardameta. No dejó de intentarlo el brasileño y a un cuarto de hora del final, antes de ser sustituido, encontró el gol que tanto había buscado.

Llorente estuvo cerca de descansar ayer, ya que ha pasado en diez días de suplente habitual a titular indiscutible. Lo cierto es que al heredero de Paco y Julio, su padre y su tío, le sale todo bien. Parece otro futbolista, imperial con y sin balón, poderoso en lo físico y con las ideas clarísimas. Su juego es un trapo que le quita la suciedad a cualquier cristal y por el que el Real Madrid ve de forma nítida. No era el Melilla un rival de peso, pero igual que ante la Roma y el Valencia, estuvo de diez. La segunda parte la vio ya descansando, para dejarle el hueco a Ceballos, otro que necesita kilómetros para tomar carrerilla.

Isco se puso el brazalete de capitán para un partido de esos que él veía desde la grada. Le toca recuperar las casillas perdidas en cuanto a importancia y le puso intención y calidad. Una vaselina genial estuvo cerca de ser el cuarto tanto que llegó justo tras el descanso en forma de golazo por toda la escuadra. El Bernabéu se arrancó a corear su nombre mientras Solari aplaudía la acción. Anotó también el sexto, que redondeaba su doblete, «Muy contento por él. Una pena que se le fue fuera la que picó por arriba del portero en el primer tiempo. «Trabajamos para todos estén contentos y comprometidos. Estoy feliz por cada uno de ellos y por todos en general», insistía Solari, que después de partidos así tiene más donde elegir, pero recuerda que sólo pueden jugar once.