Eurocopa

El chollo para Bilbao por no acoger la Europa: Así premia la UEFA su retirada

Abonara 1,3 millones a la ciudad vasca y le concede una final de Liga Europa y otra de Champions femenina

Campo de fútbol de San Mamés en Bilbao
Campo de fútbol de San Mamés en BilbaoLuis TejidoAgencia EFE

La UEFA abonará a Bilbao el 1,3 millones de euros que gastó en la organización para ser una de las sedes de la Eurocopa que da comienzo de este viernes y de la que fue finalmente excluida por las exigencias sanitarias del Gobierno vasco, y también le concederá la final de la Liga Europa de 2024 y la de la Liga de Campeones femenina de 2025.

Esta decisión del organismo la dio a conocer este viernes el alcalde a Bilbao, Juan Mari Aburto, y con ella, las instituciones de Euskadi recuperarán la integridad de la inversión realizada para la organización del evento.

En las últimas semanas se ha negociado con la UEFA, mientras las administraciones vascas preparaban una demanda judicial por incumplimiento unilateral del contrato, al excluir a Bilbao de la celebración de la Eurocopa en favor de Sevilla.

Aburto recordó que ya anunció que se defenderían los intereses de la sede Bilbao. "Y lo dijimos desde el mismo momento en el que la UEFA decidió, de manera unilateral, romper el contrato. La UEFA reconoce la actitud de firmeza de la sede de Bilbao en defensa de estos intereses", precisó.

En este sentido, apuntó que las instituciones vascas han trabajado en una doble dirección, en conseguir, por un lado, "el resarcimiento económico, recuperar lo gastado, y por otro, tener en cuenta que Bilbao es una ciudad atractiva para la celebración de nuevos eventos".

Por ello, confirmó, “con gran satisfacción”, que la UEFA resarcirá a Bilbao con 1,3 millones y que será sede en los años 2024 y 2025 de dos finales “enormemente relevantes” y que tendrán “un impacto en la ciudad” como son las de la Liga Europa y la de la Liga de Campeones femenina.

La retirada unilateral de Bilbao como sede de la Eurocopa en favor de Sevilla se produjo después de que no se garantizara en San Mamés la presencia del público que pretendía la UEFA, debido a las exigencias sanitarias del Gobierno Vasco.