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Xavi y su conexión con Guardiola, Luis Aragonés, Cruyff, Zidane...

Los nombres de todos esos técnicos aparecieron en la presentación del nuevo entrenador del Barcelona

Xavi, en el banquillo del Barcelona
Xavi, en el banquillo del BarcelonaALBERT GEAREUTERS

En la presentación de Xavi Hernández como nuevo entrenador del Barcelona aparecieron muchos nombres de técnicos míticos: primero, por supuesto, Johan Cruyff, «el padre de todos», como lo definió Xavi. Pero también, de alguna manera, Luis Aragonés. «El Barça es ganar y ganar otra vez», soltó en una de sus respuestas el ex «6», clara influencia del «ganar, ganar, ganar y volver a ganar de el Sabio». Por supuesto Guardiola, con el que las comparaciones son inevitables: Xavi ocupó su lugar en el campo y lo mejoró y ahora está en el banquillo con poca experiencia, como sucedió con Pep. «Que me comparen con él ya es un éxito, porque para mí es el mejor y un referente tanto como jugador como entrenador. Entiendo la presión y la acepto», afirmó Xavi. Después fueron apareciendo Luis Enrique, Van Gaal, Rijkaard... E incluso entrenadores que no tienen que ver con la historia del Barcelona: «Espero estar en el grupo de los Zidane, Guardiola... Más que en el otro», aseguró Xavi.

Es la gran apuesta de Laporta para salir de la delicada situación en la que se encuentra el club. El ex centrocampista es un hombre de consenso porque el recuerdo que se tiene de él en el césped es reciente e inmejorable, pero en los banquillos lleva muy poco y sólo ha dirigido en Qatar. Es, por tanto, una opción arriesgada. Pero a la tercera, ha dicho que sí, o lo que es lo mismo: a Bartomeu le dijo que no y a Laporta, que sí. «El Barça vino en enero (de 2020, tras la destitución de Ernesto Valverde), y no lo sentíamos ni a nivel familiar ni futbolístico. En verano, otra vez (también de 2020, tras el fiasco del 2-8 y el despido de Setién, que había sustituido a Valverde), pero había unas elecciones e incertidumbre. Ahora con Joan, con el que tengo una gran relación y para mí es el mejor presidente en la historia del club, no he tenido dudas. Joan va de cara. La única duda podía ser familiar, pero creo que ahora era el momento», admitió.

El grupo de los Zidane y Guardiola al que hace referencia se refiere a entrenadores que, cómo él, pasaron de ídolos en el campo a héroes en el banquillo pese a que apenas tenían trayectoria. Los «otros» son ejemplos de lo contrario: Pirlo en la Juve, Lampard en el Chelsea... Es una opción que no siempre sale bien, pero Xavi está dispuesto a asumir el reto y lo hace con el viento de la popularidad de cara: había 9.000 personas en el Camp Nou que le aplaudieron y le pusieron «la piel de gallina». Su discurso fue más directo que el de Koeman. Si el neerlandés hablaba de ser «realistas» con la situación del equipo y la gran cantidad de jóvenes que tiene, Xavi dice directamente que en el Barça «no vale ni empatar ni perder». «Es lo que he aprendido aquí: empatar o perder era un funeral», explicó, aunque reconoció que el club no estaba en el mejor momento de su historia. También Laporta: «Deportivamente tenemos plena confianza en Xavi. La situación es complicada, es un equipo que está por hacer. ¿Más difícil que con Rijkaard? Él también lo tenía por hacer. Guardiola tenía ya algo hecho. Sé que la papeleta no es fácil, pero las ganas que tiene... Creo que le irá muy bien».

La fórmula de Xavi para «recuperar» al Barcelona gira alrededor de las palabras más repetidas en su presentación: orden y normas. «No hace falta ser duro. Es una cuestión de normas. Yo cuando he tenido normas en el vestuario ha ido bien, y si no, mal», repitió varias veces, en castellano, catalán e inglés, dentro de diferentes preguntas. «No es disciplina, es orden», añadió. El trabajo a partir de ahí es de «convencer» a los futbolistas de su idea y ponerse a trabajar en ella. «Más que el sistema, lo importante es la idea. La idea la tengo clara y la conocen muchos jugadores, y los que no, tengo que intentar convencerlos de que es lo mejor para que lleguen resultados, porque estamos aquí para tener resultados y hay que intentar obtenerlos a través de jugar bien», expresó, para pasar a desgranar una parte de esa idea: «Hay muchas maneras de jugar y todas son respetables, pero nosotros queremos dominar el juego con la posesión, a través del balón, presionar arriba, tener más ocasiones de gol que el rival... El ADN Barça, del que yo he sido parte: con el Barça y la selección hemos ganado de esta manera». En el Al-Sadd lo logró, pero ahora lo tendrá más difícil.