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Barcelona: de las palancas, ¿a los títulos?

El equipo azulgrana, deprimido tras la marcha de Messi, recupera la ilusión con los fichajes y la figura de Xavi, en su primera temporada desde el comienzo

Lewandowski, el fichaje más sonado del Barcelona, dice que está "como un niño con un juguete nuevo"
Lewandowski, el fichaje más sonado del Barcelona, dice que está "como un niño con un juguete nuevo"Alejandro GarciaAgencia EFE

El Barcelona se ha contagiado del optimismo de su presidente, Joan Laporta, posiblemente el hombre más eufórico del mundo este agosto, sobre todo en la presentación de Lewandowski ante más de 57.000 espectadores. Está por ver cuánto le dura al equipo azulgrana el luto por la marcha de Messi. La primera temporada sin el que ha sido el mejor jugador de la historia del club se saldó sin títulos, pero con un nombre para la esperanza: Xavi. Él ya no juega, ahora es el entrenador después de haber sido una leyenda como futbolista, y sin buena materia prima es prácticamente imposible sacar los resultados. El problema del equipo catalán era que su situación económica no hacía presagiar nada bueno en un futuro cercano en el que la palabra parecía «sobrevivir», pero las famosas «palancas» que ha activado la junta directiva la han cambiado por «revivir». Luego los resultados juzgarán.

La entidad barcelonista ha conseguido 800 millones con la venta de algunos activos parcialmente a cambio de obtener dinero de forma inmediata. El objetivo es que los resultados lleguen pronto porque la alegría de este verano no se va a poder reproducir rápido justo porque esos activos ya se han vendido. La plantilla que tiene a sus órdenes Xavi en principio parece de garantías e incluso va a tener dificultades para cuadrar un once, aunque es verdad que la temporada es larga y además está el Mundial por medio y la incertidumbre que eso puede suponer en forma de lesiones. “Es importante que haya esta competencia, nos hará mejores como grupo”, opino el preparador.

Si con la marcha de Messi el Barcelona perdió mucho gol, ha contratado a Lewandowski, el que más marcó la campaña pasada (50), que tiene 34 años (en pocos días), pero dice que no «los siente», y está fino. Su renuncia a otras ofertas más importantes para jugar en el Camp Nou demuestra que el Barça, pese a la crisis, al adiós de Leo y a los últimos desastres en Europa, sigue teniendo tirón. Si se une a la llegada en invierno de Aubameyang y a la recuperación de Ansu Fati, ahí parece que sí hay mucho gol. El canterano, heredero del «10», puro talento pendiente de su físico (no ha tenido continuidad desde que se lesionó en noviembre de 2020) no tendrá fácil hacerse un hueco por la llegada de Raphinha y la continuidad de Dembélé, que parece transformado en otro jugador. La línea defensiva sigue algo coja por la derecha e incluso Araujo apunta ahí en las citas importantes, pero en el centro los refuerzos de Christensen y, sobre todo, Koundé, y la confianza que tiene el técnico en Eric García, parece que van a condenar a Piqué a un papel más secundario.

Busquets continuará siendo el dueño del centro del campo en el que Pedri tiene mucho que decir, después de haber vivido un curso anterior demasiado intermitente por culpa de las lesiones. Su conexión con Lewandowski es la esperanza de los culés.

Tiene el Barcelona juventud (Gavi es el mayor ejemplo) y veteranía, pegada y toque. Xavi no se podrá quejar; además esta vez el equipo es completamente suyo, dentro de las posibilidades, porque es el primer curso en el que está desde la pretemporada después de haber aterrizado el pasado noviembre para dirigir a un grupo hecho trizas. Parece que le va a dar para ser más competitivo en la Liga. La duda es si también para recuperar el prestigio perdido en la Champions.