Grupo A
Loic Nego, el héroe de Hungría que nació en París, es amigo de Griezmann y fue dirigido por Luis Enrique
Con Griezmann, su amigo, ganó un Europeo con Francia sub’19. Se nacionalizó húngaro y marcó un gol que le hizo eterno. Luis Enrique lo dirigió en la Roma
Loic Negonació en París, pero es el ídolo de Hungría, selección con la que juega. Marcó el gol del empate ante Islandia en el minuto 87 en la repesca para la anterior Eurocopa, el tanto que daba esperanza a los magiares y que después Szoboszlai convirtió en clasificación. "¡Bravo mi Loic! ¡Lajos!", gritó el comentarista de televisión, convirtiendo su nombre al húngaro y dándole uno nuevo, con el que le conocen los aficionados.
El amigo de Griezmann
¿Cómo llegó Nego a jugar con Hungría? El lateral tiene una carrera muy curiosa al lado de jugadores y entrenadores conocidos en el fútbol español y mundial. Empezó en la cantera del Nantes y jugó en el primer equipo, que por aquel entonces estaba en la Segunda francesa. Soñaba con ser como Thierry Henry y fue internacional en todas las categorías inferiores de Francia. Con la sub’19 se proclamó campeón de Europa, derrotando en la final a España (con futbolistas como Canales o Rodrigo) y con Griezmann como compañero de equipo y de habitación. Es buen amigo del futbolista del Atlético. "Cuando llegó, estaba en su esquina, tímido. Sin embargo, tenía mucha confianza. No se estresaba ni cuando no jugaba, y al principio no era titular. Ya vimos dónde le ha llevado esa confianza", admitió Nego en una entrevista para el campeonato francés, la Ligue1.
Su experiencia con Luis Enrique
Del Nantes pasó a la Roma, por aquel entonces dirigida por Luis Enrique. "Repetía todo el tiempo que había que querer ser mejor que el día anterior... Con él hubo mucho juego, mucho trabajo con balón. También me llamó la atención su gestión del vestuario: a los jóvenes nos trataba como a De Rossi, Totti...", explica en la misma entrevista. Tenía 20 años y no tuvo oportunidades de jugar, pero sí un par de anécdotas con Totti. Una fue una fuerte patada que le dio en un entrenamiento después de que Pjanic, también fichado ese verano por la Roma, le dijera que era un poco blando para ser defensa. "Afortunadamente, no pasó nada grave, pero al día siguiente todo el mundo hablaba de mí en todos los periódicos. ¡Así me descubrieron los italianos!", afirma. También Totti se llevó una vez por sorpresa su coche y se lo devolvió con el alerón que tenía roto arreglado.
El éxito en Hungría
Como en el Calcio no jugó ni un minuto (ni en el filial de la Roma), en enero de 2013 fue cedido al Standard Lieja y el verano siguiente buscó fortuna en Hungría, donde la encontró, primero en el Ujpest (2013-15) y después en el Videoton FC (2015-2023). En 2019, decidió nacionalizarse para ayudar a su equipo, que recibiría una subvención de la federación por tener un determinado número de futbolistas de su país. No estaba pensando en jugar con la selección, pero Marco Rossi, que todavía sigue como técnico magiar, le dio la oportunidad y no dudó en aceptarla, pese a que no hablaba el idioma. Todavía no lo hace con soltura, pero es un héroe. "Francia es mi patria, pero Hungría es mi hogar", dice. Su sueño ahora es clasificarse para el Mundial de 2026. El año pasado por fin pudo debutar en la Ligue 1, tras fichar por el Le Havre AC.
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