
Polémica
Más problemas para el Barcelona: multa para la constructora del Camp Nou por trabajar en domingo
La constructora no cumplió con las horarios y tendrá que hacer frente a una cantidad simbólica

El FC Barcelona no termina de encontrar la tranquilidad en el proceso de remodelación del Camp Nou. Lo que en un principio se presentó como un ambicioso proyecto para modernizar el estadio y situarlo a la altura de los grandes colosos europeos, se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza. Las dificultades se acumulan y, lejos de despejarse el horizonte, cada semana parece surgir un nuevo obstáculo. El último episodio se vivió el pasado domingo, cuando la Guardia Urbana se presentó en el recinto y ordenó la paralización inmediata de las obras que se estaban llevando a cabo ese día.
Horario prohibido
La situación generó sorpresa e incomodidad, porque la normativa vigente en Barcelona es clara: en el Camp Nou solo está permitido trabajar de lunes a viernes en una franja horaria de 8:00 a 24:00 horas. Además, los sábados se autoriza la actividad, aunque con limitaciones, entre las 10:00 y las 20:00. Sin embargo, el reglamento prohíbe de manera tajante la realización de trabajos en domingo. Aun así, la constructora encargada de la remodelación decidió avanzar con las labores, algo que inmediatamente atrajo la intervención de las autoridades.
Los agentes de la Guardia Urbana actuaron con contundencia: ordenaron detener las obras y desalojar a los trabajadores presentes en el estadio. Para el Barça, este nuevo contratiempo se suma a una larga lista de retrasos, complicaciones burocráticas y dificultades logísticas que han marcado el ritmo de las obras prácticamente desde su inicio.
La empresa Limak, responsable de la ejecución del proyecto, no salió indemne del incidente. Fue denunciada por incumplir la licencia de obras y deberá hacer frente a una sanción económica de aproximadamente 300 euros. Aunque la cantidad puede parecer menor en comparación con las cifras astronómicas que rodean una obra de semejante envergadura, el golpe simbólico es mucho mayor. Se trata de un recordatorio claro de que no se puede obviar la normativa municipal y de que la vigilancia sobre lo que sucede en el Camp Nou es constante.
El partido contra el Valencia
El episodio del domingo también reabre el debate sobre los plazos de entrega. Uno de los grandes objetivos que se había marcado la directiva blaugrana era volver al Camp Nou cuanto antes, con la mirada puesta en el duelo del 14 de septiembre frente al Valencia. Sin embargo, la posibilidad de reestrenar el estadio en esa fecha se complica cada vez más. Los retrasos acumulados, unidos ahora a la paralización puntual de las obras, ponen en entredicho ese anhelado regreso.
Ante este panorama, el club empieza a manejar alternativas serias. La primera de ellas es el Estadio Johan Cruyff, situado en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí. Este recinto, con un aforo muy inferior al del Camp Nou, podría albergar el encuentro frente al Valencia si cumple con todos los requisitos exigidos por LaLiga y la UEFA en materia de seguridad, iluminación y retransmisión televisiva. No sería una solución ideal, pero permitiría al equipo contar con un lugar donde recibir a su rival en la fecha prevista.
La otra gran opción es el Estadi Olímpic Lluís Companys, escenario que ya acogió al Barça durante gran parte de la temporada pasada mientras se ejecutaban las primeras fases de la remodelación del Camp Nou. Este estadio sí reúne todas las condiciones para acoger partidos de alta exigencia. El problema radica en que, según los calendarios disponibles, solo estaría libre a partir del 21 de septiembre. Es decir, demasiado tarde para albergar el choque frente al Valencia, pero una alternativa viable para compromisos posteriores en caso de que el Camp Nou siga sin estar listo.
Los aficionados empiezan a impacientarse. La ilusión inicial por ver al Camp Nou transformado en un estadio de vanguardia se ha visto empañada por noticias de retrasos, multas y dudas constantes. El episodio de la Guardia Urbana es solo la última muestra de que el camino no está siendo sencillo. Y aunque las autoridades han dejado claro que la multa de 300 euros es la sanción correspondiente al incumplimiento detectado, lo que verdaderamente preocupa es el tiempo perdido en unas obras que ya van ajustadas de por sí.rminable para el Barça.
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