Eurocopa

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2016 como lección

Francia perdió la final de la Eurocopa hace dos años. Esa derrota le sirve para el partido del domingo. «Ese día pensábamos que estaba hecho antes de empezar», dice Pogba.

Deschamps, con Griezmann, en un entrenamiento de Francia
Deschamps, con Griezmann, en un entrenamiento de Francialarazon

Francia perdió la final de la Eurocopa hace dos años. Esa derrota le sirve para el partido del domingo. «Ese día pensábamos que estaba hecho antes de empezar», dice Pogba.

España ganó una Eurocopa, un Mundial y una Eurocopa en un ciclo increíble; Francia, que perdió la final de la última Eurocopa, está cerca de ganar el Mundial. Si a España, ganar le sirvió para quitarse complejos y aprender lo que se tiene que hacer, en Francia esperan que esa final perdida contra Portugal hace dos años, haya servido también de lección, esta vez de lo que no se tiene que hacer en un encuentro tan trascendental: «En la Eurocopa de hace dos años pensamos que ya estaba hecho, no quiero mentir», aseguró ayer Pogba, «cuando vencimos a Alemania en la semifinal, pensamos que íbamos a ganar la final, tras ver el recorrido de Portugal. La mentalidad era diferente, ahora estamos mentalizados, queremos dar todo y ganar a Croacia».

Hace dos años, Francia, como ahora, era favorita. Por su experiencia, por la clase de sus futbolistas y porque enfrente estaba la selección portuguesa, que había mostrado mucho carácter, pero poco fútbol. Y que perdió a Cristiano al comenzar el encuentro. «Sabemos qué hicimos mal en esa final y también sabemos qué debemos hacer para que eso no se reproduzca», contaba ayer Umtiti, otro de los jugadores que sale reforzado pase lo que pase el domingo.

Fue un aprendizaje doloroso. «No vamos a afrontar esta final como la de la Eurocopa de 2016... Conozco el sabor de la derrota y es muy amargo. Hemos llegado demasiado lejos como para dejarlo escapar ahora. Recuerdo las vacaciones después de la derrota de la Eurocopa 2016 no fueron buenas... No quiero revivir eso. ¡Queremos regresar con una sonrisa y hacer que Francia se contagie de ella!», continuaba el centrocampista galo, uno de los mejores futbolistas del equipo de Deschamps.

Él estará el domingo contra Croacia, al igual que estuvo frente a Portugal. Como el portero Lloris, Umtiti, Matuidi, Griezmann o Giroud. Tienen ahora a Mbappé y es un equipo más rocoso y mucho más confiado en sus posibilidades y desconfiado con los rivales. «Te haces más viejo con la edad, es un placer defender, hacerlo juntos. Hemos encontrado ese equilibrio con todos, yo con Kanté, con Matuidi... Todos nos llevamos bien. Si corremos, atacamos y defendemos juntos somos más fuertes», contaba ayer Pogba acerca de su madurez.

Nada más perder contra Portugal, hace dos años, Deschamps, entrenador entonces, como ahora, reconocía la tristeza que sentían por el título que creían suyo se había escapado: «La decepción está ahí y es inmensa. Hará falta tiempo para digerirla. Hemos sufrido juntos, hemos ganado juntos y finalmente perdemos juntos», dijo ese día. Tras derrotar a Bélgica con el tanto de Umtiti, el técnico, el capitán de la Francia campeona del mundo hace veinte años, reconoció que esa herida aún no se ha cicatrizado. «Las finales son para ganarlas y todavía no hemos superado la que perdimos en la Eurocopa. Esa derrota está todavía ahí».

El único modo de cicatrizar es vencer a Croacia el domingo. Como hace dos años, Francia parece más potente. Tiene un equipo más físico, tiene a Griezmann y a Mbappé como dos de los futbolistas más decisivos de este campeonato y tiene muchos menos minutos en sus piernas que los croatas, que suman tres prórrogas seguidas. Todos apuntan a Francia como campeona. Todo, menos los jugadores franceses: «No pensamos en si somos favoritos. Los croatas perdían contra Inglaterra y no se rindieron, jugaron 90 minutos más que nosotros por sus tres prórrogas, pero querrán demostrar que quieren ganar. Recordamos las críticas que recibimos al comienzo del Mundial para motivarnos», continuaba Pogba.