Selección Española

España no superó el primer golpe

Con Lopetegui se fue la esperanza de recuperar al equipo dominante de torneos pasados. Sólo Hierro asume la responsabilidad de un desastre que no es suyo

La Razón
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«Se nos marchó el líder y es difícil», reconocía Koke tras la eliminación. A la Selección le afectó el golpe del despido de Lopetegui, los jugadores se quedaron sin su referencia, sin el técnico que había reconducido el camino de un grupo en decadencia hasta convertirlo en un equipo invicto en los dos últimos años. Lopetegui era, para muchos de los jugadores, algo más que un entrenador. A varios de ellos los había entrenado desde pequeños, desde que dirigía a la selección sub’19 y continuó con ellos la formación hasta la sub’21. Era una relación de mutua confianza y Julen había logrado hacer realidad su obsesión de convertir a la Roja en un equipo. El grupo mejoró el comportamiento táctico y el estado anímico. Y Lopetegui se marchó invicto. «Esta selección tiene derechos de autor», reconocía Hierro antes del debut ante Portugal. Pero terminó pareciéndose poco a lo que había enseñado en los dos últimos años.

En el grupo se mezclaban las sensaciones. Era el final de Iniesta en la Selección. Y de Piqué, si no rectifica su decisión. Y fueron dos despedidas dolorosas. Andrés se marchó abatido, siendo suplente por primera vez en un partido decisivo desde hace muchos años. Desde que se estrenó con la Roja en un gran campeonato en el Mundial de Alemania 2006 nunca había vuelto a salir desde el banquillo estando en buenas condiciones físicas. No era la despedida que imaginaba. «A veces las cosas no son como uno sueña e imagina y las circunstancias han marcado que sea así», admitía en el que reconocía su día más triste como internacional. Piqué se marchaba sin hablar y después de haber hecho el penalti que dio vida a Rusia. Quiso compensar su error y lanzar en la tanda decisiva. Acertó, pero no sirvió de nada. Sergio Ramos, sin embargo, afirmaba sentirse «orgulloso» del trabajo realizado: «Se puede perder de muchas maneras, pero el equipo se va a casa con la cabeza bien alta por haber hecho todo lo posible, pero hay veces que te toca vivir la derrota». El orgullo del capitán no se corresponde, sin embargo, con el juego del equipo, que fue de menos a más.

El grupo regresaba ayer a España, con sus familiares, con los niños correteando por el avión ajenos a lo sucedido. Para ellos, quizá, eran unas vacaciones más. Los futbolistas eran prácticamente invisibles para los medios que viajaban con ellos. Durante el torneo han visto en la prensa a un enemigo. «Sí nos hubiese gustado un poco más de apoyo, de confianza y de cariño. Quizá nos hemos llevado muchos años ganando y estamos mal acostumbrados», aseguraba Ramos. Lo cierto es que España lleva ya tantos años sin pasar del primer cruce como los que estuvo ganando. La Selección dominante es historia. Y las oportunidades de recuperar ese dominio se marcharon en la maleta de Lopetegui.