Portugal

La petición de los jugadores

Los internacionales querían a Hierro ante la imposibilidad de hacer cambiar a Rubiales de opinión sobre echar a Lopetegui.

La petición de los jugadores
La petición de los jugadoreslarazon

Los internacionales querían a Hierro ante la imposibilidad de hacer cambiar a Rubiales de opinión sobre echar a Lopetegui.

Día tenso en Krasnodar. Llamadas, reuniones. Luis Rubiales rumiaba desde la jornada anterior su decisión, cabreado, encendido por lo que considera malas formas y traición de Julen Lopetegui. Su decisión ya era imparable: lo destituye, pese a que en la reunión con los capitanes, Ramos, Silva e Iniesta, le dicen que no es nada bueno montar un circo así cuando faltaban apenas dos días para el debut contra Portugal. Los futbolistas incluso habían pedido a Fernando Hierro que tratara de convencer al presidente de la Federación de que no echara al seleccionador. Pero no hay marcha atrás y son los jugadores los que quieren al propio Hierro para ocupar el lugar que estaba vacío. En realidad, es una especie de mal menor, pero con él es con quien más a gusto se iban a sentir. La introducción de un elemento extraño, un técnico que no es ni siquiera la persona que ha hecho la lista y que no sabe nada de este grupo, de cómo trabaja, tenía más bien poco sentido.

La relación de los internacionales con Hierro es muy buena. Muchos de ellos lo conocen desde hace tiempo. El exdefensa ya fue director deportivo entre 2007 y 2011, en la época dorada del equipo nacional, con la conquista de una Eurocopa y el único Mundial de la Roja. Pese a que tuvo algunos problemas con Luis Aragonés, con Del Bosque fue rodado. Hierro era el hombre que estaba cerca de los futbolistas, que lo valoraban. Su marcha en 2011 dejó un vacío. Volvió en medio de otra crisis, la institucional de la RFEF después de la detención de Ángel María Villar. Con la llegada de Rubiales a la presidencia no todo fueron flores, pero el exmadridista decidió seguir en el puesto por la cercanía del Mundial y por la idea de no alterar lo que en ese momento era armonía en la Selección. No ha estado ni un año de nuevo en el cargo cuando su responsabilidad se ha multiplicado.

Su experiencia como técnico no es mucha, sólo un año en el Oviedo en Segunda División (terminó en octava posición), pero que los futbolistas lo vean como uno de los suyos es un paso adelante. «No se puede tocar en dos días lo que lleva dos años de trabajo», dijo sobre sus intenciones. Pedirá consejo a los veteranos y hablará mucho con los jugadores y los escuchará, aunque las decisiones finales las va a tomar él. Tiene jerarquía y un nombre para hacerse respetar. El panorama del Mundial ha cambiado para la Selección. Ya no se trata sólo de utilizar un esquema u otro o de poner a un futbolista u otro. Todo empieza en el convencimiento de que se puede tirar para adelante. La duda es saber si los jugadores van a ser un equipo o una banda, y no precisamente filarmónica. Si van a ir todos a una. Sergio Ramos intentó poner la primera piedra a través de las redes sociales. «Somos la Selección, representamos un escudo, unos colores, una afición, un país. La responsabilidad y el compromiso son con vosotros y por vosotros. Ayer, hoy y mañana, juntos», escribió el madridista en Twitter. Lo secundó Piqué: «Universidad de Michigan. Baloncesto. 1989. Campeón de la NCAA. No sería la primera vez que ocurre. Todos unidos, ahora más que nunca». Ganar a Portugal en el estreno sería un buen inicio.