Testigo directo

Mundial de Qatar 2022: Cómo aprender a toser en varios idiomas

Los cambios artificiales de temperatura hacen que en los autobuses puedas escuchar a las gargantas quejarse en varias lenguas

Autobús para la prensa en el Mundial de Qatar
Autobús para la prensa en el Mundial de QatarLa Razón

En Qatar he aprendido que se puede sentir frío y calor a la vez sin necesidad de estar enfermo. Un país que vive el invierno a 30 grados en el exterior y a bajo cero en los interiores. Se puede ver a gente en bermudas y con un plumas para poder adaptarse a los cambios de temperatura sin necesidad de morir en ningún sitio.

Viajar en un autobús de prensa a veces es como meterse en la sección de congelados de cualquier supermercado. La crema solar no es incompatible con llevar un pañuelo para proteger el cuello.

De vez en cuando algún periodista invita a una ronda de caramelos para la garganta, porque el que no está afectado es posible que lo esté en los siguientes días.

Y eso que los cataríes han modificado sus costumbres con el aire acondicionado para evitar algún fallecimiento por congelación. En los primeros partidos faltaba ropa para protegerse. Se pasaba del verano al invierno con facilidad. Y lo mismo sucedía en el centro de prensa. Pero nunca sabes cuándo te van a sorprender con un acelerón de frigorías. Alguno se pregunta si acaso se dedican a cuidar una granja de pingüinos.

Y en el hotel, da igual que dejes apagado el aire acondicionado. Cuando regreses y te hayan arreglado la habitación es posible que te la encuentres a una temperatura bajo cero.

Los viajes en los autobuses que llevan de los estadios al centro de prensa y al revés tienen siempre un ruido de fondo parecido. Se puede escuchar cómo tose la gente en distintos idiomas y con acentos diferentes. Cuando se habla de las temperaturas extremas del desierto no me sonaba a mí que se refirieran a esto. Si al final tienen razón las abuelas cuando dicen: «Llévate una rebequita por si refresca».