Testigo Directo

Mundial de Qatar 2020. Hay un hombre en mi mochila

El mismo día que se extrañan en los arcos de seguridad por que lleve cepillo y pasta de dientes se les cuela un espontáneo en el césped

Un espontáneo saltó al césped en el Portugal-Uruguay
Un espontáneo saltó al césped en el Portugal-UruguayAbbie ParrAgencia AP

Los controles de seguridad para entrar en los estadios o en las sedes de entrenamiento de los equipos están cerca de ser una lotería en este Mundial.

El lunes me tocó. Tocaba día de preguntas extrañas y presunción de culpabilidad. Al llegar a la concentración de la selección española, donde el control suele ser más exhaustivo que en otros lugares, después de pasar la mochila por el escáner, el guardia de seguridad me preguntó si llevaba un cortaúñas.

No tengo la costumbre de hacerme la manicura en las salas de prensa y, desde luego, no llevaba ningún cortaúñas en la mochila. Allí se quedó el hombre, dudando un poco de mi respuesta. Claro que también le extrañó que llevara pasta de dientes y un cepillo. «¿Para qué es esto?», me dijo.

Mejoró la precisión del registro cuando llegué al estadio de Lusail para el Portugal-Uruguay. «¿Puedo abrir la mochila?», me preguntó el empleado de seguridad. Después de darle permiso se zambulló en ella, sacó la chaqueta, una botella de agua y rebuscó en bolsillos que no sabía que tenía. Con resultado decepcionante para el señor.

Mientras asistía al espectáculo, un compañero de la prensa uruguaya me contaba que a él le habían quitado una pluma estilográfica. Un arma claramente peligrosa. ¿Quién no ha visto en una película cómo asesinaban a un hombre clavándole una pluma en el cuello?

Después de comprobar que no éramos gente peligrosa, pude llegar a la tribuna para ver cómo un espontáneo saltaba al césped con una bandera de la paz y una camiseta de Supermán. Después de regatear al primer guardia tuvo que salir otro para poder placarlo. Un completo éxito de seguridad.