Real Madrid

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El Madrid recupera la fe contra el Sevilla (2-0)

Gran partido del Madrid, que superó al rival todo el partido. Casemiro y Modric, los goleadores blancos

Luka Modric (2i), celebra su gol, el segundo del equipo ante el Sevilla FC. EFE/ Rodrigo Jimenez
Luka Modric (2i), celebra su gol, el segundo del equipo ante el Sevilla FC. EFE/ Rodrigo Jimenezlarazon

Fue como recuperar las ganas de vivir. El Madrid se encontró consigo mismo, con el gol, con su público frente al Sevilla. El mejor Madrid de Solari, con el balón, al ataque, dominador, sin dudas, jugando en campo contrario. Un equipo vivo y con ganas. Con fe.

Y eso que le costó marcar. No había manera, lo intentaba el Real Madrid de todas las formas, en un partido al fin ejemplar, disminuyendo de manera radical al Sevilla, ése equipo que tan mal se lo hizo pasar en la primera vuelta. Pero no llegaba el gol, pese a la profundidad de Vinicius, el juego de Benzema, las intenciones de Ceballos o el despliegue de Modric, ya en forma y como los buenos relojes marcando el tiempo de su equipo. Estaba el Bernabéu entusiasmado de ver a su equipo, el campeón de Europa, el que tanto se ha hecho esperar esta temporada. Estaba disfrutando pese al frío de la capital, encontrando motivos para la esperanza en un 2019 que había empezado sin fuerza y algo desdibujado. Pero no había goles. Dominó el Madrid la primera parte e hizo desaparecer al Sevilla en la segunda, jugando ya en campo rival para robar el balón pronto. Juega bien porque defiende bien, con Ramos liderando a todo el equipo, está en un momento de esos en los que parece infranqueable.

Todo sin gol, sin embargo. Al larguero Ceballos, un rechace, otro remate de Casemiro que pasa cerca del palo. Nada, agua, sin gol. Hasta que el centrocampista brasileño miró hacia la portería desde lejos, con la rabia de tantos días lesionados y tantos tiempo sin que saliese nada y metió el balón allí donde Vaclik casi no podía llegar. Tocó la pelota el guardameta del Sevilla, sin evitar que fuera dentro. Y el Madrid, tan desanimado hasta hace poco, tuvo el partido que quería, el día para recuperarse anímicamente, para volver a creer en sí mismo.

No dudó nunca el grupo de Solari, que va marcando el camino, sin mirar atrás ni replantearse decisiones. El equipo de gala, el equipo competitivo ya se forma, al menos por ahora, sin Marcelo, que ni siquiera calentó en la banda y sin Isco, que salió al final para colocarse en la banda izquierda. Reguilón es ahora el lateral titular porque da seguridad frente al desconcierto que supone jugar con Marcelo en su actual estado de forma. Ceballos ocupó el lugar de Kroos y Lucas Vázquez volvió a la banda derecha. Al entrenador argentino le sale así un grupo más comprometido, al que no se le puede reprochar su entrega y al que tampoco le falta fútbol. Ceballos y Modric mezclaron bien en el centro del campo, bien protegidos por Casemiro, al que se le ve de nuevo en forma y eso es fundamental para todo el equipo. En el club hablan de que la forma física era el factor fundamental de la mala racha del primer equipo y tiene pinta de que estaban en lo cierto. A Casemiro se le ve más entero y Modric ha pegado dos saltos hacia delante y eso significa que es otro Madrid, porque si está bien, se juega de otra manera.

Empezó el equipo mandando, con Vinicius al mando de las operaciones, para demostrarle al Sevilla que no iba a ocurrir lo de la ida. Mandó con el déficit de siempre: le falta el gol, le cuesta mucho llegar al área y cuando lo hace, se lo piensa dos veces antes de tirar a portería. Ceballos, por ejemplo, que siempre imagina un pase de más, cuando a veces lo más fácil es tirar a puerta. Cambió eso en la segunda mitad, cuando buscó más la portería, aunque el partido avanzaba y el dominio y las llegadas no se reflejaban en el marcador.

En el Sevilla, durante la primera parte Escudero profundizaba por su lado y los de Machín intentaban aprovechar alguna contra, hacer dudar a un rival, en apariencia frágil. No cogió nunca el ritmo del partido el conjunto andaluz. Antes del descanso consiguió igualar un poco al rival, pero en la segunda parte se olvidó de atacar y sólo esperó que la puntería del Madrid no se afinase. Fue un conjunto superado, algo que no se había visto mucho esta temporada en el Bernabéu. Lo normal es lo que le sucedió al Sevilla: que el Madrid te meta atrás, te desborde por todos lados y que tu única posibilidad sea achicar agua y que pase el tiempo sin muchos rasguños

Marcó Casemiro y el Bernabéu descubrió el optimismo y toda la energía que faltaba. Es un Madrid en el que Modric acaba el partido presionando al defensa rival para hacer el segundo tanto.

Un Madrid que cree.