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El Real Madrid, con tanta pegada como en los tiempos de la BBC

Los de Ancelotti firman su mejor arranque goleador en siete temporadas y llevan más del doble de goles que en las cuatro primeras jornadas de la Liga pasada

Karim Benzema y Vinicius se abrazan después del gol de penalti que le hizo el francés al Celta
Karim Benzema y Vinicius se abrazan después del gol de penalti que le hizo el francés al CeltaManu FernandezAP

Ancelotti dice «enfrente» cuando quiere referirse a la delantera de su equipo. «Tuvimos mucha calidad enfrente», explica al referirse a la gran actuación de sus delanteros en la segunda parte del encuentro ante el Celta. El despliegue de Vinicius y Benzema borró las dudas defensivas de la primera media hora y convirtió en una fiesta lo que parecía por momentos una de esas noches complicadas en el Bernabéu.

La sociedad formada por los dos atacantes borró de un plumazo al Celta, zarandeado por este nuevo Real Madrid que ha recuperado la pegada como en los tiempos de Cristiano Ronaldo. Después de cuatro jornadas, los blancos suman trece goles, que son uno más del doble de los que acumulaban el año pasado a estas alturas del campeonato. Sólo seis habían cantado los entonces dirigidos por Zidane tras cuatro jornadas, siempre preocupados en los últimos tiempos por la falta de eficacia en los últimos metros.

A este Real Madrid, por el momento, los goles le salen fácil y por eso está firmando el mejor arranque anotador desde la temporada 2014-15. En aquel curso llevaba la misma cifra que ahora, aunque es cierto que estaba algo inflada por un 2-8 al Deportivo de La Coruña en la que se pusieron las botas CR7, Chicharito Hernández y Gareth Bale, con un «hat trick» del portugués y un doblete del galés y el mexicano. Las dos temporadas siguientes a esa el Madrid marcó 12 goles en las primeras cuatro jornadas, una cifra que fue bajando y no había vuelto a acercarse a los 13 de ahora, que permiten al equipo ser líder a pesar de algunos despistes atrás.

Decía Ancelotti que ante el Levante el equipo perdió dos puntos en defensa, porque delante o «enfrente», como él dice, no había habido ningún problema. Aquella noche en el Ciudad de Valencia Vinicius entró para hacer un doblete y Carvajal estuvo a punto de marcar el cuarto y darle los tres puntos a los blancos en los últimos minutos.

Y ante el Celta pasó lo mismo. Si de algo había que preocuparse era de los espacios a la espalda de Miguel Gutiérrez y Nacho en el costado izquierdo de la defensa, por donde cabalgaban los delanteros celestes. En ataque las cosas funcionaron, primero con Benzema, con la caña preparada dentro del área para hacer los dos primeros, y después con Vinicius, que puso patas arriba al Celta con capacidad para desequilibrar.

El buen despertar goleador del Real Madrid en esta Liga tiene el nombre de Benzema y de Vinicius. Han marcado nueve entre los dos, están al frente del la clasificación del Pichichi y han alcanzado un grado de entendimiento que no se les había visto antes. La temporada pasada fueron más las veces en las que el francés buscaba un pase que no había visto Vinicius, y terminaba señalándole con el brazo dónde se tenía que haber desmarcado. «Me siento bien, con el apoyo de mi entrenador, el presidente, los compañeros y afición. Si puedo ayudar con goles y asistencias estoy muy contento», reconocía Benzema, que además de puntería presume de haber dado cuatro pases definitivos. Él y Vini ahora juegan más de memoria y la acción del 3-2 ante el Celta es el mejor ejemplo, con el brasileño arrancando la moto a la espalda de la defensa y Karim poniéndole el balón para que hiciera el resto. Y el resto fue una definición, otra vez, de una precisión milimétrica, como si los errores en el remate de hace no mucho hubiesen sido sólo un mal sueño.

Vinicius ha encontrado la paciencia a la hora de rematar dentro del área. Espera lo justo y detecta el momento preciso para chutar. «En este momento tiene confianza, está bastante tranquilo y frente a la portería es muy frío», analizaba su entrenador, que ya no tiene dudas sobre su importancia. La lesión de Bale le dio la titularidad a pesar de que había llegado tarde de Brasil junto a Militao y Casemiro.

Él no había jugado tanto con su selección y otra vez fue el mejor de un Real Madrid que vuelve a tener la pegada granítica de los mejores noqueadores. Un peso pesado, aunque Vinicius sea más de flotar como una mariposa.