Fútbol

“A Fede Valverde con cinco años ya iba a verle jugar todo el barrio”

La gente que vio crecer al futbolista relata cómo fueron sus inicios en uno de los barrios más peligrosos de Uruguay

Fede Valverde celebra uno de los goles que ha marcado esta temporada
Fede Valverde celebra uno de los goles que ha marcado esta temporadaManuel LorenzoAgencia EFE

Fede Valverde es un “top 3 mundial”, según su compañero Toni Kroos. Con 24 años esta temporada ya ha marcado seis goles y se ha convertido en una de las grandes referencias del Madrid de Ancelotti. “Recuerdo el primer día que vi a Fede y no sé ni cómo describirlo. A medida que pasaba el tiempo se corrió la voz de que había un chico muy bueno. En su primer partido hubo 10 personas, luego 20, después 30... Con cinco años iba a verle jugar todo el barrio. Todos los días pensaba en que llegase su partido. Era mi refugio ante los problemas diarios porque mi hijo también jugaba con él. Con cuatro años, Valverde podía estar el partido entero sin que le quitasen el balón. Ganaban todo y para que no hubiese resultados abultados el técnico decía a los chicos que diesen el balón a Fede y él dormía el partido aguantando la posesión”, comenta emocionado Alejandro Biestro, uno de los vecinos más próximos a la familia Valverde en el barrio de “La Unión”.

Allí, en Montevideo, las dificultades para ser futbolista profesional eran infinitas. Es una de las zonas más pobres y peligrosas de la capital de Uruguay. A los turistas se les advierte que siempre vayan acompañados y que lo visiten sólo por la mañana. Ni siquiera los uruguayos de otras zonas de la ciudad se atreven a ir para ver partidos de fútbol. Su madre, Doris, al ver que no paraba de jugar con el balón, no tuvo más remedio que apuntarle con cuatro años al club más cercano: Estudiantes de la Unión, a unos cinco minutos andando de su modesta vivienda. Un campo de barro de dimensiones mínimas, sin red en la portería y con una verja metálica oxidada.

Una de las zonas céntricas de 'La Unión'.
Una de las zonas céntricas de 'La Unión'.La Razón

Desde sus primeros entrenamientos ya le pusieron el mote de “El Pajarito”, un apodo que ha ido evolucionando hasta ser “El Halcón”. “Si veías jugar a Fede lo primero que imaginabas era a un pájaro pequeño volando mucho más que uno grande. Era chocante que alguien tan pequeño hiciese esas cosas”, comenta Walter Borges, presidente de Estudiantes de la Unión. El periodista uruguayo Christian Vega también jugó estos torneos de baby fútbol y desvela la presión que se siente desde chico: “Valverde desde niño ha escuchado gritos de aficionados y ahora se adapta a cualquier tipo de situación. El fútbol baby es muy complicado porque apenas hay seguridad y tienes a los padres de los rivales al lado. Cuando el Madrid ha jugado en campos difíciles se ha visto que Fede estaba ya acostumbrado a esas dificultades”.

Fede Valverde con su primer Trofeo cuando tenía cuatro años
Fede Valverde con su primer Trofeo cuando tenía cuatro añosLa Razón

El éxito de Fede no se entiende sin el apoyo de Doris. Ella fue la artífice de que a su hijo no le faltase de nada y nunca se rindiera. “En 2002 hubo una crisis muy grande en el país y la familia Valverde lo pasaba mal. Yo trabajaba en ferias como vendedor y Doris aceptó trabajar conmigo, pese a que era algo muy sacrificado. Los dos vendíamos juguetes para sacar adelante a nuestros hijos. Hacía todo lo que hiciera falta para ver feliz a Valverde, siempre llegaba antes a los entrenamientos y luego se marchaba la última. Vino de la familia que tenía que venir. Fede Valverde no estaría triunfando sin el apoyo de Doris, ella le salvó de la dura crisis de 2002 gracias a las ferias. Todo fue por él”, afirma Alejandro Biestro.

Fede Valverde, situado en la esquina derecha de la primera fila, en la imagen oficial con el equipo 'Estudiantes de la Unión'
Fede Valverde, situado en la esquina derecha de la primera fila, en la imagen oficial con el equipo 'Estudiantes de la Unión'La Razón

El punto de inflexión que cambió la vida de Valverde fue antes de cumplir los nueve años. Néstor Gonçalves, jefe de ojeadores de Peñarol, apostó por él nada más verle: “Era un día normal hasta que recibí la llamada que cambió la carrera de Valverde. Uno de mis ojeadores me llamó nervioso y me dijo vente ya mismo a ver ya a Federico Valverde. Era espectacular. Le pude convencer rápido para que viniese conmigo”.

Alejandro Biestro y Fede Valverde antes de que el uruguayo se fuese al Real Madrid
Alejandro Biestro y Fede Valverde antes de que el uruguayo se fuese al Real MadridLa Razón
Fede Valverde junto a los compañeros con los que empezó a jugar al fútbol en su barrio
Fede Valverde junto a los compañeros con los que empezó a jugar al fútbol en su barrioLa Razón
Néstor Goncalves y Fede Valverde en la previa de un partido del primer equipo
Néstor Goncalves y Fede Valverde en la previa de un partido del primer equipoLa Razón

También hubo momentos complicados. “Antes de empezar los entrenamientos hubo un problema con un tema de papeles y no podía ejercitarse con sus compañeros ni jugar partidos. Le ofrecí entrenarle en solitario durante unos meses y lo aceptó. Ponía a Valverde enfrente de un muro durante horas, parecía un castigo... Pero en realidad era un entrenamiento para mejorar el control y el pase. Él vivía muy lejos del complejo de Peñarol y tenía la opción de coger un bus muy temprano o viajar en uno que llegaba 20 minutos antes y siempre venía en el primero. Son detalles que marcaban la diferencia”.

Fede Valverde entrenando en el muro de las Acacias
Fede Valverde entrenando en el muro de las AcaciasLa Razón

El cuento soñado

Valverde fue quemando etapas fugazmente en el club uruguayo hasta que en 2015 consiguió debutar con el primer equipo. El técnico Pablo Javier Bengoechea sorprendió a los aficionados dándole minutos con 17 años en Primera División ante el Cruzeiro. En mayo, el Real Madrid ya le tenía fichado por cinco millones de euros. Jorge Barrera, presidente de Peñarol desde 2017 hasta 2020, ya sabía todas las alegrías que Fede iba a dar al madridismo: “El Real Madrid hizo una buena apuesta y el futbolista quería marcharse para triunfar en España. Respetuoso, humilde, con deseos de mejora continua y una calidad futbolística que lo hacía diferente”.

Valverde aterrizó en España en verano de 2016 para comenzar con Solari en el Castilla. El centrocampista fue una de las sensaciones en Segunda B hasta el punto de dar el salto directamente a la élite con el Deportivo. Con 19 recién cumplidos, le costó asentarse en Riazor en una temporada clave para curtirse en el fútbol profesional. Ya con la “mili” completada regresó para triunfar en el Santiago Bernabéu donde le espera en esta jornada el Sevilla.

Fede Valverde celebrando su gol ante el Barcelona
Fede Valverde celebrando su gol ante el BarcelonaRodrigo JiménezAgencia EFE