Liga de Campeones
La Real atropella al Benfica
Goleó al equipo portugués en 20 minutos y se permitió desperdiciar un penalti después
Los goles que le faltaron contra el Barcelona se le cayeron a la Real contra el Benfica. Se paró en tres, pero podía haber doblado esa cantidad al llegar a la media hora de juego. Apenas superados los veinte minutos ya había marcado tres válidos y le habían anulado dos. Poco después llegó el penalti que le hicieron a Oyarzabal, pero el capitán, que es el habitual lanzador, se lo cedió a Brais Méndez, que fue a pedírselo. El lanzamiento del gallego se fue al poste. Era tan sencillo para la Real que podía permitirse regalar lanzamientos de penalti.
Fue un vendaval en los primeros minutos el equipo de Imanol. A los seis minutos ya había acertado Mikel Merino con la portería. Y cinco minutos después, Oyarzabal aprovechó un error de Florentino para marcar el segundo. El centrocampista portugués quiso ceder atrás a Otamendi sin contar con la presencia del 10 de la Real, que robó la pelota y marcó con tranquilidad.
El capitán de la Real ha recuperado el nivel que le hizo un fijo de la selección y ahora es el guía de un equipo que se maneja con soltura por Europa. Como si lo hubiera hecho toda la vida.
El equipo guipuzcoano siempre es agradable de ver. Hace un juego atractivo al que de vez en cuando, en los partidos grandes, les falta contundencia. Pero esa tara apenas se nota en la Liga de Campeones. Sólo la sufrieron en el estreno contra el Inter, pero encadenan tres victorias conseguidas con solvencia.
Triunfos que sirven, además, para que jugadores que ya tienen su sitio en la alineación lo confirmen. Como Barrenetexa, que marcó un golazo, el tercero de la Real, con un recorte dentro del área y un disparo a la esquina contraria. El extremo siempre es un peligro por los costados para poner balones en el área, pero también es capaz de acertar con la portería.
Habían pasado sólo 21 minutos desde el comienzo y ya podía haberse acabado el partido. La Real, después de la exhibición y de los goles anulados, bajó un poco el ritmo. Lo normal cuando el rival apenas tiene respuestas. El equipo blanquiazul consiguió minimizar al Benfica, que ha sido uno de los fijos en las rondas eliminatorias en los últimos años.
Pero en la Real parece que todo funciona, aunque le falte el gol. Especialmente en ese centro del campo que maneja Zubimendi con la ayuda de Merino y de Brais Méndez. El fútbol fluye y así es más fácil que lleguen los goles.
El Benfica se vio desbordado desde el principio. A la media hora su entrenador ya cambió a Florentino para reorganizar el equipo y darle un poco más de seguridad. Parecía demasiado frágil en el comienzo del partido.
Algo cambió el Benfica después del descanso. Marcó Rafa Silva, uno de los mejores jugadores de los portugueses, y el partido parecía que podía estar vivo de nuevo. Más por la manera en que el Benfica se acercó a la portería, una jugada elaborada en la que Otamendi vio con claridad la llegada de Rafa por el centro del área, que por el gol en sí.
El partido se estropeó desde la grada. Los aficionados portugueses comenzaron a lanzar bengalas hacia los seguidores de la Real que ocupaban la zona inferior. El árbitro tardó en reaccionar y el partido siguió con normalidad hasta que Taylor, el inglés, se fue a ver al delegado de campo para poner orden.
Nada cambió en el partido después del «incendio». La Real suma otros tres puntos y camina decidida a jugarse el primer puesto del grupo contra el Inter. Todo es más fácil cuando los goles llegan y cuando Oyarzabal está inspirado..
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