Atlético de Madrid 3-Levante 0: Torres adelanta su homenaje

El “Niño” cerró con un gol contra el Levante la semana en que anunció su despedida del Atlético.

Simeone se tomó el partido como una inversión. Se trataba de invertir, por ejemplo, en nuevas formas de juego con Saúl y Koke, los dos centrocampistas rojiblancos con mejor manejo de la pelota juntos en el medio y con Correa y Vitolo en los costados. La titularidad del canario era otra inversión para recuperar al jugador que no ha acabado de encontrar su sitio desde que llegó al Atlético.

Tuvo presencia el ex sevillista en el ataque rojiblanco, siempre era una salida para sus compañeros y de una jugada suya nació el primer gol del Atlético, que llegó en un disparo de Correa. El argentino enreda, se mueve, pero no termina de hacerse presente de manera decisiva en el juego del Atlético.

Para eso, para decidir, está Griezmann, que marcó el segundo después de un pase de Vrsaljko desde el costado. Con el partido decidido, Simeone sustituyó al francés por Fernando Torres. El estadio era un solo grito de ánimo para su eterno ídolo. Aplausos sin final y el clásico “Fernando Torres lolololó loló” se escucharonb cuando el “9” entró en el campo. Era la manera de la afición rojiblanca de decirle que siempre será uno de los suyos. Da igual que pasen los meses y abandone el Atlético, que pasen los años y sus goles ya sólo sean recuerdos. El Atlético es Fernando y sus aficionados, que lo saben, aprovechan para disfrutar de sus últimos goles con la camiseta rojiblanca. Y para aplaudirlos. Igual que hicieron cuando la megafonía anunció su nombre entre los suplentes. Aunque el estadio que, igual que el “Niño”, no quiere divisiones, celebró con las mismas ganas la presencia de Simeone en el banquillo. La afición los quiere juntos, aunque ya sea por poco tiempo.

El final de Fernando en el Atlético no va a ser el esperado. Sus minutos en el campo han ido mermando con los años desde su regreso y para Simeone, ahora, es el último de los delanteros. Peor Torres no ha dejado de entrenar ni de cuidarse ni ha perdido la fe. Ayer se hizo visible desde el primer momento, participando en el juego, parando pelotas con el pecho para seguir elaborando sin perder la paciencia, dando pases sin mirar y teniendo presencia en el área para rematar, como hizo con el pase de Correa desde la derecha que enganchó de volea para poner el 3-0.

Son cosas que no se le han visto demasiado esta temporada, pero quizá sólo ha sido porque contra el Levante tuvo los minutos que se le han negado durante todo el curso. Porque el “Niño” nunca ha perdido la motivación, aunque no podía esperar mejor final para la semana en la que anunció su despedida, la semana en la que toda la afición fue consciente de que Torres no se retirará con ellos. Seguirá jugando, pero con otra camiseta. Y como siempre ha dicho que se toma cada partido como si fuera el último, quiso dar lo mejor que tiene. Por si acaso, por si los minutos escasean. Porque Torres y el Atlético son lo mismo.