Algo por lo que luchar

«No creo que muchos equipos hayan conseguido subir al podio en tres Juegos consecutivos y menos en España», afirmaba Sergio Scariolo. Dolió caer en semifinales y casi más comprobar que la mejor generación de la historia del baloncesto español no podrá derrotar a los americanos, pero quedan cosas por las que luchar. «Tenemos una opción de medalla», avisa Navarro, capitán eterno de un grupo en el que el buen rollo es tan grande como la competitividad. El partido frente a Estados Unidos queda atrás, como quedaron los dos primeros antes de ver a la España de verdad frente a Lituania, Argentina y Francia. Contra los NBA se pudieron meter algunos tiros fáciles y quizá se cometieron algunos errores, pero mirando con un poco más de perspectiva el saldo debe ser bueno. «El objetivo era subir al podio y estamos a un partido de conseguir nuestra misión. El equipo está unido y comprometido porque la importancia de hacer algo tan grande es superior a todos los problemas físicos y achaques en una competición tan dura y larga», explicaba Scariolo, que reconoció que a Pau le duele el gemelo y mucho, aunque el mayor de los Gasol estará hoy frente a Australia.

Su edad y los kilómetros recorridos indican que puede haber sido su último gran campeonato vestido de rojo, pero no sólo por eso es de los que ha recordado estas últimas horas que los Juegos no han terminado, que hay 40 minutos más y la opción de cerrar un ciclo olímpico magnífico. Plata en Pekín y Londres poniendo en apuros de verdad a las grandes estrellas de la NBA y un bronce hoy si pueden con los «aussies». Queda el sabor agridulce de que Estados Unidos venía sin todas sus estrellas posibles y la gasolina de España se acabó con mucho tiempo por delante para inquietar a los chicos de Krzyzewski.

Es la única cuenta por saldar, pero todas las demás están más que superadas. El broche está tras un partido por el bronce que podría haber sido una final por el nivel de los equipos. Australia fue la primera que descubrió las debilidades estadounidenses y bordó la primera fase con Bogut, Andersen, Mills y Dellavedova tirando del carro. El apagón de la semifinal frente a Serbia no engaña a Scariolo, que espera la mejor versión de los oceánicos. «Nos hemos fijado mucho mas en el partido ante Lituania. Es una foto mas fiel de cómo Australia ha sido en la competición. Tuvieron un mal día, pero es un equipo fuerte, grande y con muchos jugadores de la NBA. Un equipazo al que nadie quería ver ni en pintura», expone el seleccionador.

«Una medalla olímpica es una medalla olímpica», recuerda Pau, que afronta lo que puede ser su última noche con las ganas de la primera.