Le pegan y aguanta mucho

El Real Madrid conquistó tres puntos de oro en Córdoba después del peor partido de los dos últimos años. Aún así, se rescató una victoria valiosísima con el gol de Gareth Bale en el minuto 89 cuando las trompetas de crisis ya asomaban por Concha Espina. Las circunstancias fueron todas desfavorables para los jugadores blancos: cuatro de la tarde (una vez más), terreno de juego sequísimo y el Córdoba enfrente, un rival muy agresivo. Eso y la necesidad de ganar para seguir mantiendo la ventaja como líder.

La injusticia de San Mamés

Al Madrid le salió un partido soporífero que acabó con un triunfo balsámico. En estos campos es donde se ganan campeonatos. Uno de los aspectos más negativos fue la expulsión de Cristiano Ronaldo por la patada a Edimar y con el balón en juego. En circunstancias normales conllevaría uno o dos partidos de sanción, pero ya sabemos cómo se las gasta el Comité de Competición cuando se trata de un jugador del Real Madrid. Espero que no quieran ejemplarizar con el delantero portugués... Pero recuerden lo que pasó la temporada pasada en San Mamés, la injusticia con Cristiano en el «affaire» con Iturraspe y Gurpegui. Tres partidos le costó al jugador luso sin merecerlos en absoluto.

Ojo al Comité

La semana pasada un jugador del Levante fue sancionado con dos partidos por una acción similar a la del portugués, con el agravante de ser reincidente. Los madridistas estarán expectantes ante la decisión del Comité de Competición. Por supuesto que reprobamos la acción de Cristiano Ronaldo, pero también estamos de acuerdo con aquellos que justifican su reacción por el desquiciamiento actual del portugués que se debe a todo lo que tiene que soportar en los terrenos de juego: patadas, pisotones, agarrones, toda clase de insultos... Y, claro, si los colegiados no protegen a los grandes jugadores de la Liga, eso al final va en detrimento de nuestro campeonato. Hay que proteger el talento y no la violencia.