Champions League
Modric y Benzema florecen antes de la primavera
Después de un complicado regreso del Mundial, los dos veteranos reaparecieron en todo su esplendor en Anfield, protagonistas de otra noche mágica del Real Madrid en Europa
A Fabinho, el mediocentro del Liverpool, se le fue largo un control en el centro del campo y lo siguiente que vio el brasileño fue pasar por delante de él a Modric, que le robó la pelota y montó el contragolpe que acabó en el quinto gol del Real Madrid en Anfield. Avanzaba esa segunda mitad en la que el croata gobernó el partido a su antojo, negando al Liverpool cualquier posibilidad de reacción y simplificando el juego cada vez que el balón pasaba por sus botas. Esa recuperación de Modric acabó en el baile de Benzema delante de Alisson y de toda la defensa «red» antes del remate con la izquierda que certificaba la manita. El goleador y el cerebro de las cinco últimas Champions del Real Madrid florecían después de un complicado regreso tras el Mundial de Qatar, siempre puntuales a su cita con las eliminatorias de la Liga de Campeones.
Avisaba Ancelotti de que su equipo estaba creciendo y llegaba bien al importante mes de febrero, y sus veteranos le dieron la razón bajo los focos del escenario más lujoso. En cuanto la primavera se acerca, las leyendas de este Real Madrid se ponen en acción para ganarse esa renovación para la que en realidad el club no les pide que demuestren nada.
En la previa del partido, Modric confirmó que le molesta escuchar que él y Kroos ya no pueden jugar juntos porque no dan la intensidad que se necesita en estos tiempos. «Ya llevo aquí casi once años y sé que la exigencia es máxima y siempre hay muchas cosas que se dicen desde fuera, porque es el mejor club del mundo. Antes del Mundial, Toni y yo lo hacíamos muy bien juntos y mes y medio después parece que no. Llevamos mucho juntos y ya hemos perdido y ganado mucho juntos, así que ahora es lo mismo», decía el croata, que con noches como la del marte demuestra que sigue vigente y no está en el Madrid de regalo. «Vosotros (los periodistas) miráis mucho la edad, pero eso a mí no me preocupa. Sobre mi renovación no puedo decir nada porque no he hablado con el club todavía. Es lo mismo que el año pasado. A estas alturas no hemos hablado y estoy tranquilo. Me siento bien y quiero seguir en el Real Madrid. Quiero merecer seguir, no que nadie me regale nada. En mi vida nunca nadie me ha regalado nada y ahora no lo quiero, si el club piensa que debo seguir me gustaría, pero sólo por merecimiento, no por mi historia», añadía antes de su exhibición en Anfield. Esta temporada ha descansado más que otras, lo que no significa que sea mucho. Ha participado en 32 de 37 partidos, pero sólo cuatro veces ha completado los noventa minutos. Una medida que forma parte de esa transición en el medio que se está produciendo y que Tchouaméni, Camavinga, Valverde y Ceballos están poniendo fácil complementando cada vez mejor a los veteranos, que siguen apareciendo en los días importantes.
Lo que sí está cerca de superar Modric es su récord de goles, porque nunca había hecho más de seis en una temporada y ya ha igualado esa cifra, que podría ser mayor de no haber fallado el penalti en la semifinal del Mundial de Clubes ante el Al Ahly. En Anfield acabó subido a hombros de Rüdiger, que lo levantó como si fuera una pluma en la celebración con los hinchas que habían viajado a Liverpool. Luka pasó por la zona mixta con una sonrisa que no podía reprimir después de otro día brillante en la oficina.
Lo mismo le sucedía a Benzema, renqueante en la previa del encuentro y decisivo con otros dos goles en la Champions. No había metido ninguno hasta ahora en una competición en la que el curso pasado fue el Pichichi con quince tantos. Él mismo reconocía que no había jugado mucho y que le estaba costando recuperar el nivel después de la lesión que le hizo volverse del Mundial. No jugó en El Sadar para estar perfecto en Anfield y el plan le salió genial. Este curso no se está viendo al Benzema más pletórico en la creación de juego, pero ahora en primavera vuelve a asomar ese futbolista con el colmillo afilado.
Se está adaptando a la versión estelar y de liderazgo de Vinicius, mostrando un perfil más rematador, y si su «hat trick» para remontar el año pasado al PSG es histórico, la fotografía de su remate ante el Liverpool con el portero y varios defensas en el suelo también va directa a los libros. «Queremos esta Champions, tuvimos personalidad y goles», dijo nada más acabar, repitiendo el discurso del camino a la decimocuarta. Los clásicos ya están aquí.
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