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Dakar 2023
Sandra Gómez se despide de Arabia sin cometer un error y con lágrimas en los ojos
Un problema mecánico en su moto hizo que llegase a tarde a la salida. Se despide con dos victorias de etapa entre las mujeres
Ingrato punto de no retorno en su segundo Dakar para la pluricampeona “offroad” Sandra Gómez Cantero (Rieju), del equipo Xraids Experience y Clínicas Cres. La piloto de la Comunidad de Madrid se vio obligada a abandonar el rally en el día de Reyes, sin cometer error, sin poder competir, con dos nuevas victorias de etapa entre las mujeres (que añadir a las dos logradas en las dos especiales más largas de su debut en 2022) y como lideresa del trofeo femenino.
Sandra se puso en marcha por la mañana como cualquier otro día, de repente advirtió una ligera pérdida de aceite. Buscó y rebuscó en la fría madrugada, pero, aún de noche, todo estaba cerrado. Cuando consiguió el aceite y subsanó el percance, se plantó en la línea de llegada y allí ya no la dejaron tomar la salida. El tiempo es el tiempo. Antaño dirían “es el Dakar, patrón”, pero también era otra fórmula. Así, tras intentar defender su ánimo de competir en esta prueba, a la que llegó con sobreesfuerzo, físico y más aún económico, tuvo que conformarse con la solidaridad de otros competidores que la apoyaron, y aguardar con lágrimas en los ojos a su asistencia, para que la retirara de la competición. Y la lideresa se tuvo que ir.
Lo deja intacta, después de haberse ganado a pulso la posición 29º en Rally2, siendo el segundo mejor piloto español de esta categoría, y habiendo sido capaz de meter en aquella exigente y pedregosa especial nada menos que 20 minutos a la veterana dakariana Mirjam Pol (dos veces ganadora del Dakar) y 49 minutos a la sudafricana Kirsten Landman, una de sus grandes rivales en el mundial de hard enduro. Y de rematar, en la jornada de ayer, en una especial de arena de la que salió con 1 hora y 3 minutos menos que Landman y 1 hora y 16 minutos menos que Pol.
“¡Cómo voy a estar! Pues mal. Cuando lo das todo y no sale, pues es traumático. Salí a las 5 de la mañana del vivac, todo iba bien, me he parado, he parado un poco porque hacía mucho frío, junto a otros colegas de la carrera, y hemos visto aceite. Lo he mirado, me han ayudado, y los tornillos del aceite estaban bien, pero, nada, perdía aceite. No sabíamos de dónde. He avanzado y he vuelto a parar, porque no había aceite en la gasolinera donde estaba, y en la siguiente que marcaba el roadbook, que estaba cerca, tampoco había. Era muy pronto, de noche, todo estaba cerrado, serían las 6 y algo; entonces he empezado a buscar aceite por talleres, entre gente, pick up que paraban, y lo he conseguido arreglar. He seguido, pero cuando he llegado a la salida era tarde, no me han dejado salir porque hay una hora máxima establecida y no me han dejado. Han dejado que mi asistencia viniese a buscarme. Lo he intentado luchar, hablar con ellos, incluso un coche de los que se aproximaban a la salida me ha ayudado a hablar con ellos, porque pensamos que era igual de peligroso que saliese en ese momento, como que me pillasen en el kilómetro 200, como está pasando. No lo entendíamos nadie, pero dirección de carrera ha dicho que no, y me he ido de allí. El único joven amable de la carrera ha conseguido hablar con mi asistencia y allí me he quedado, sola, aún con bastante frío, y me he venido abajo. Ha venido Farrés, que se ha bajado de su vehículo, a darme un abrazo y aún estoy, casi 12 horas después, con la lágrima en el ojo”, contaba la madrileña
“No voy a seguir, porque he venido a terminar la prueba y, si podía, ganar el trofeo femenino, pero no puedo ni ganar ni terminar. Tengo el cuerpo destrozado -derivado de la mononucleosis-, he intentado venir lo mejor posible, pero también tengo que ser realista y consecuente, y quererme un poco y recuperarme, para volver a estar al cien por cien. Seguir en carrera puede llevarme a otros riesgos, que apuesto por ellos si merece la pena, pero en estos momentos ya no, y por eso lo tengo que dejar. No me queda otra. Me fastidia mucho porque hay mucha gente detrás, he invertido tiempo, esfuerzo, gente, familia, amigos, dinero, de todo; y no ha salido, pero seguro que volveremos porque tengo un impresionante equipazo de personas detrás. Volveremos a estar arriba. En el Dakar no lo creo. Bueno, nunca se descarta. Seguiré luchándolo, pero, creo que soy piloto y a algunos no se nos da del todo bien buscar financiación para nuestro trabajo y, por ahora, necesito descansar y recuperarme. Ya se verá”.
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