Eurocopa 2024
Nueva España, viejos problemas
La falta de gol volvió a castigar a España, que esta vez sí tiene plan B aunque no esté tan definido el plan A
Kenny Dalglish tiene 72 años, posee el título de Sir y está jubilado. Él fue el autor del tercer gol de Escocia en la última derrota de España ante su selección, en 1984, hasta que el martes volvió a caer en Hampden Park. Han pasado casi 40 años desde la derrota de aquel equipo que empezaba por Arconada y terminaba por Santillana cayera ante la selección escocesa en la que brillaban varios jugadores del Aberdeen que había derrotado al Real Madrid en la final de la Recopa del 83.
España ha vuelto, de repente, a esos tiempos en los que los títulos quedaban lejanos. La primera Eurocopa se había ganado 20 años antes y todavía quedaban 24 para ganar la segunda, aunque la ilusión se avivaba por la final perdida contra Francia ese mismo 1984.
Lejos queda ya el último título de España, han pasado once años desde la Eurocopa de Polonia y Ucrania y el pasado más reciente de la Roja habla de eliminaciones tempranas en los Mundiales (primera fase en 2014, octavos en 2018 y 2022) y escaso éxito en las Eurocopas, donde la semifinal de 2020 contra Italia es la única alegría.
Esa dinámica es la que tienen que revertir Luis de la Fuente y su equipo, pero la derrota en Escocia les ha hecho chocar de golpe con la realidad. Aunque el seleccionador no deja de ser optimista. «Han sido dos accidentes del fútbol, los detalles te penalizan», decía después del partido. Fueron dos errores de los laterales derechos los que abrieron el camino a la victoria escocesa. «El plan que habíamos establecido los jugadores lo han seguido. Estoy satisfecho porque he visto lo que hemos estado trabajando y he reconocido esa idea en la que tenemos que seguir trabajando en el futuro», añadía.
El plan que se vio en Escocia fue colgar balones a la cabeza de Joselu. El plan B que condenó a Luis Enrique por su inexistencia se había convertido en el plan A.
El problema para De la Fuente era el de siempre. «Ha faltado gol», asumía. Algo que ya pasaba con Luis Enrique en el banquillo y que se hizo notar de nuevo en Escocia. La Roja acaparó la posesión, como es costumbre desde hace tiempo. Tuvo el balón un 68 por ciento del tiempo por un 32 de los escoceses. Pero en disparos a portería ganaron los locales, que lanzaron nueve veces a la portería de Kepa. España se quedó en ocho disparos.
«En el primer tiempo hemos tirado centros laterales, hemos rematado, pero nos ha faltado materializar situaciones de gol. Seguimos trabajando, seguimos intentando mejorar. Siempre se ha cuestionado la falta de gol. Los goles llegarán trabajando de esta manera», se consuela el seleccionador. Esa tendencia ni siquiera la ha podido cambiar De la Fuente llamando a los tres máximos goleadores españoles de la Liga. Entre Joselu, Iago Aspas y Borja Iglesias han marcado 36 goles en la Liga, 12 cada uno. «Si no llega el gol no se le puede decir nada al míster», decía Iago Aspas en la concentración de Las Rozas. Era un mensaje de refuerzo para el nuevo seleccionador y también un recuerdo de que algunas cosas no se habían hecho bien durante la etapa de Luis Enrique.
«El pasado me ocupa lo que me tiene que ocupar. Tengo que trabajar sobre el futuro», decía De la Fuente después de la derrota en Escocia. Pero el pasado pesa, como demuestran algunas declaraciones de los jugadores en los días anteriores. No sólo Aspas, que no contaba para Luis Enrique, echaba en falta un plan B en la anterior etapa. También Rodri. «Antes teníamos muchos jugadores del mismo perfil y cuando necesitábamos otra alternativa ya no teníamos jugadores con otras características. Ahora hay tres o cuatro delanteros centros. Eso te permite tirar más centros, ser más vertical», decía el jugador del City antes de jugar contra Escocia. Pero el plan B se convirtió en plan A y en la primera derrota de Luis de la Fuente en el banquillo.
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